Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 11 de junio de 2025


Tendía el maestro la amplia capa en el suelo, para que sobre ella cayesen las blancas y maravedises con que el público lo socorría; y trazada una gran circunferencia en la tierra con la punta de la espada, y empuñándola arrogante, describía círculos rectos, tajos adelante y atrás, revolvíase como energúmeno, saltaba agilísimo de un lado á otro, acometía ó bien retrocediendo, simulaba parar los golpes de su imaginado contrario, todo tal y tan verdaderamente, como nos lo pintó al vivo el gran Quevedo, en su saladísima crítica de los que elevaban la esgrima á la altura de la ciencia matemática, tan á maravilla ridiculizados en el Buscon Don Pablos ...

Valentina, la blonda y saladísima costurera, había jurado por todos los santos del Cielo clavarle un puñal en la espalda. La razón no necesitamos decirla. Después de haber tenido un hijo con ella, la había abandonado y volaba otra vez, cual libre y pintada mariposa, posándose ahora en una, ahora en otra flor. ¡Buen trabajo le había costado, o por mejor decir, buen miedo!

Al año de estar en la buñolería, la hija del amo, que era una chiquilla saladísima de catorce años, enfermó de viruelas y, cosa rara en la gente del pueblo, dotada en tales casos de tanto valor como ignorancia, los vecinos, conocidos y amigos dejaron a la enfermita y sus padres en completo abandono.

La puerta era de roble viejo, labrada como las de las iglesias: a su lado había una ventanita sin rejas. Al poner allí el pie me sentí fuertemente conmovido. La idea de que detrás de aquella puerta estaba mi dueño querido, la saladísima hermana, hacía brincar mi corazón. Pegué el oído a la cerradura por si lograba escuchar algo, y en efecto, voces y risas.

La posibilidad que se me ofrecía repentinamente de poder amar sin sacrilegio a la saladísima hermana y de ser amado por ella, fue un rayo de sol que iluminó mi espíritu y lo bañó de alegría.

Cuando usté pasó el domingo junto á nosotras, íbamos hablando de eso una amiga y yo. ¿La que iba á la derecha de usted? ¿Por qué se fija usté en esa? Porque me hace mucha gracia: es una rubia saladísima. ¿Le gusta á usté la Bigornia? ¿Qué es eso de la bigornia? ¡Otra!; pues esa chica, que la llaman así. ¿Y por qué la llaman así? Porque es hija de un calderero. ¡Ave María Purísima!

En el resto de la zarzuelita estuvo saladísima, y en la única pieza que cantó, también la aplaudieron. Moviéndose y accionando parecía cómica veterana.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando