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Actualizado: 22 de julio de 2025
Hay en la restringida existencia del hombre laborioso cadenas que no puede romper sin gran detrimento de la familia. Así, pues, la señora ha de partir sola. Ya los tenemos divorciados. ¿Partir sola? Nunca lo ha estado. Más tranquila iría si marchaba en compañía de una familia de amigos ricos, que parte sin faltar uno, marido, mujer, niños, criados.
La Primavera es como fiesta espléndida que dan los espíritus elementales, como sagrada orgía, en que el aire, la tierra, la luz, el agua y cuantas inteligencias o misteriosos genios en el seno de los elementos viven ocultos, lucen su hermosura, se revisten de sus más ricos adornos, y se enamoran, y se acarician, y cantan y bailan. ¡Vaya usted a describir esto sin conocer los nombres de dichos genios, ignorando sus lances de amor y fortuna, y no acertando a distinguirlos bien unos de otros!
Hay otros gastos de zapatos y calcetines, porque el mineral destroza mucho. Además, casi todas las semanas llueve en esta tierra y no se trabaja... Total, que no bebiendo vino y comiendo poco, volvemos á casa á los diez meses con cuarenta ó cincuenta duros. Pues vais á ser ricos cualquier día dijo Aresti. ¡Quia! ¡no señor! contestó el muchacho cándidamente.
Sebastián Zamet, ó Zametto, italiano, zapatero de Catalina de Médicis, por la protección de ésta y sus condiciones de intrigante, llegó á ser de los más ricos capitalistas de Francia, confidente de Enrique IV, á quien prestaba servicios de complacencia. Fabricó hotel magnífico, rue de Cérisaie, cerca del Arsenal; daba en él suntuosos banquetes.
¿Qué es lo que hacen con el tiempo todos los hombres y todas las mujeres, los nobles y los plebeyos, los grandes y los pequeños, los ricos y los pobres? Envejecer. 35 AN
Los patios, en Córdoba y en otras ciudades de la provincia, son como los de Sevilla, cercados de columnas de mármol, enlosados y con fuentes y flores. En los lugares más pequeños no suelen ser tan ricos ni tan regulares y arquitectónicos; pero las flores y las plantas están cuidadas con más amor, con verdadero mimo.
Los ricos ¿se abrogarán eternamente el derecho de despreciar á los pobres, y éstos á su vez, condenados á la miseria, no cesarán de contestar al desprecio con el odio y á la opresión con el furor? No; no será siempre así. En su amor á la justicia, la humanidad, que cambia incesantemente, ha empezado ya su evolución hacia un nuevo orden de cosas.
Estos otros jóvenes que habéis conocido son ahora ricos en dinero, que no en ideas ni en espiritualidad; tampoco lo serán mañana en dinero, pues su vida dispendiosa y absurda lo hará volar. Junto a tales hombres la vida de una mujer inteligente es aburrida, tediosa, y su porvenir negro.
Todos querían conocer a un bandido que robaba por amor al arte, repartiendo entre los pobres aquello de que despojaba a los ricos. El Rey del Monte y tres de sus compañeros estaban condenados a muerte de horca. La ene de palo se alzaba fatídica en el sitio de costumbre, frente al callejón de Petateros.
El recién llegado era nada menos que D. Antonio Salabert, duque de Requena, el célebre Salabert rico entre los ricos de España, uno de los colosos de la banca y el más afamado, sin disputa, por el número y la importancia de sus negocios. Había nacido en Valencia. Nadie conocía a su familia.
Palabra del Dia
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