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Actualizado: 7 de junio de 2025
Esto de la holgura lo llevábamos nosotros resuelto aquella noche por ministerio de la ley..... Quiero decir, que éramos dueños de un reservado de ocho asientos, que entre cuatro personas daba dos asientos para cada una, con su correspondiente rincón por cabeza y para la cabeza. A las tres de la madrugada el hambre nos despertó.
El baqueano es un gaucho grave y reservado, que conoce a palmos veinte mil leguas cuadradas de llanuras, bosques y montañas. Es el topógrafo más completo, es el único mapa que lleva un general para dirigir los movimientos de su campaña. El baqueano va siempre a su lado.
Nastenka llegó a declarar que era víctima de una pasión enfermiza. Lo cierto era que a ella le había caído en gracia. Nastenka también le causó cierta impresión a Kotelnikov; pero él, como hombre a quien sólo le gustaban las negras, creyó de su deber ocultar su inclinación hacia la muchacha, y, sin dejar de ser cortés, manifestose con ella un poco reservado.
Y Montiño seguía abismándose en su pensamiento y contemplando el cofre, y probando su peso, y queriendo deducir por él el valor de su contenido. El cocinero mayor sufría el tormento de los avaros. Pero era necesario salir de su reservado aposento.
Quede reservado á los naturalistas el encarecer la fertilidad de su suelo , la abundancia de sus minerales, la hermosura de sus ganados, rivalizando en encomios con Plinio y Estrabon acerca de la escelencia de sus frutos; y salven ellos como puedan el compromiso de dejar airoso al poeta Estacio que tanto elogia la bondad de sus aceites.
Pero el fugitivo, por un resto de prudencia, mostrábase con las sotanas, como él decía, fríamente cortés y reservado, temiendo que le expulsarán si manifestaba su pensamiento. Sólo un clérigo de los que veía en el claustro alto le había inspirado confianza. Era un jovencito de aspecto miserable, con los hábitos raídos; un cura de monjas de uno de los innumerables conventos de Toledo.
Vacilaba algunas veces, sentía misteriosos terrores al pensar que su fortuna estaba a merced de un capricho del azar, mas no por esto perdía la confianza, y nada había reservado de su capital para responder a los vencimientos de los pagarés que le había hecho firmar su madre. ¿Para qué tal precaución? No había más que oír a su principal y al poderoso banquero.
Puede decirse empero, á este respecto, que los Jesuitas dejaron ir muy léjos á los fanáticos Moxos, sometiéndolos á ese régimen severo, reservado únicamente para el claustro.
Sería un jurisconsulto eminente; los miles de duros rodarían hacia él como si fuesen céntimos; figuraría en las solemnidades universitarias con una esclavina de raso carmesí y un birrete chorreando por sus múltiples caras la gloria hilada del doctorado. Los estudiantes escucharían respetuosos al pie de su cátedra. ¡Quién sabe si le estaba reservado el gobierno de su país!...
Por influencia del clima, como ocurre al indio, el moro es apático y abandonado; reservado y suspicaz, pocas veces dá á entender sus pensamientos, que oculta hasta en lo más insignificante y baladí. Celosos de su nobleza, que fundan en larguísimos abolengos, son extremadamente orgullosos.
Palabra del Dia
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