Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 30 de septiembre de 2025
A lo cual el mozo respondió, en lengua asimesmo castellana: -Ni soy turco de nación, ni moro, ni renegado. -Pues, ¿qué eres? -replicó el virrey. -Mujer cristiana -respondió el mancebo. ¿Mujer y cristiana, y en tal traje y en tales pasos? Más es cosa para admirarla que para creerla.
Todos estaban suspensos y alborozados, aguardándome, deseosos ya de embestir con el bajel que a los ojos tenían; porque ellos no sabían el concierto del renegado, sino que pensaban que a fuerza de brazos habían de haber y ganar la libertad, quitando la vida a los moros que dentro de la barca estaban.
Y enseñóle al que ya tenía atadas las manos y echado el cordel a la garganta, esperando la muerte. Miróle el virrey, y, viéndole tan hermoso, y tan gallardo, y tan humilde, dándole en aquel instante una carta de recomendación su hermosura, le vino deseo de escusar su muerte; y así, le preguntó: -Dime, arráez, ¿eres turco de nación, o moro, o renegado?
Diéronse muchos medios, pero ninguno fue tal como el que dio el renegado español que se ha dicho, el cual se ofreció de volver a Argel en algún barco pequeño, de hasta seis bancos, armado de remeros cristianos, porque él sabía dónde, cómo y cuándo podía y debía desembarcar, y asimismo no ignoraba la casa donde don Gaspar quedaba.
»Hecho ya esto, quedándose en guardia dellos la mitad de los nuestros, los que quedábamos, haciéndonos asimismo el renegado la guía, fuimos al jardín de Agi Morato, y quiso la buena suerte que, llegando a abrir la puerta, se abrió con tanta facilidad como si cerrada no estuviera; y así, con gran quietud y silencio, llegamos a la casa sin ser sentidos de nadie.
En el acto segundo lo vemos en gran favor en la corte de Túnez; pero su orgullo le ha granjeado muchos enemigos, y además lo indispone con el Rey. Otros corsarios moros emprenden mientras otra expedición á Sicilia, y traen con varios cautivos al padre y á la hermana de Leónido. El renegado desahoga en ellos su ira; ciega á su padre y lo amenaza con la muerte.
Tan profundas raíces habían echado en el suelo de España las ideas francesas; hasta tal y tan inconcebible extremo había renegado de su patria y de sus obras nacionales gran parte de los modernos españoles, que, cuando en el año 1818, dió á conocer nuestro ilustrado compatricio Böhl von Faber las opiniones de Schlegel sobre Calderón, se levantó en toda la Península general clamoreo contra ellas; esta disputa se continuó con el mayor ardor en periódicos y en folletos, y un alemán ¡triste es decirlo! hubo de defender al gran poeta castellano contra los mismos españoles.
Palabra del Dia
Otros Mirando