Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de mayo de 2025
Y como la señora de Aymaret la mirase con estupor: ¿Me crees loca? continuó... ¿No te explicas la emoción que me causa la muerte de esa mujer? No... no te comprendo... ¡pero absolutamente! ¡Bueno! pues vas a comprenderme; pero prométeme que lo que voy a decirte quedará para siempre entre las dos. Te lo prometo... pero me das miedo... ¿qué es esto?... ¿qué hay?
Tú caminas para Córdoba: tu frente la veo de berroqueña, como antaño, y por último y feliz horóscopo, tus luengas orejas no han menguado ni un negro de la uña... ¡Oh, qué suerte tan dichosa te espera!; dame paz en el rostro y prométeme tu gracia y favor...
Diles á esos señores tan buenos que me contesten directamente. Podría llegar el telegrama ó la carta á tu «villa» mientras tú estas fuera, ¡y yo sin saber nada horas y horas!... No; que se dirijan á mí. Todos los días, al salir, le encargo á mi jardinero que si llega un telegrama me lo traiga al Casino. ¡Figúrate mi impaciencia!... Di que vas á hacer eso. Prométeme que no lo olvidarás.
Bien me dijo, te permito leer a Walter Scott; sin embargo, yo mismo lo reeleré para hablar de ello contigo, pero prométeme no volver a hacer más travesuras. Se lo prometí de todo corazón, y desde entonces tuvimos nuevo asunto para discusiones y porfías, porque naturalmente, nunca fuimos de la misma opinión.
Ningún halago de los que recibiera en otro tiempo fue tan de su gusto como aquel espontáneo arranque de despecho. Me abandonaste replicó , y lo que se tira por la ventana es de quien primero lo recoge. Eso será si yo lo consiento. ¡Buscaré a ese hombre...! ¡No, por Dios! Pues prométeme que... y no siguió. ¿Ves? No puedes decirlo. ¿Qué he de prometer?
Palabra del Dia
Otros Mirando