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Actualizado: 11 de julio de 2025
Para él añadió el patriarca de Aldeacorba con profunda tristeza no existe el goce del trabajo, que es el primero de todos los goces. No conociendo las bellezas de la Naturaleza, ¿qué significan para él la amenidad del campo ni las delicias de la agricultura?
Canta porque hay en él cierto impulso moral, algo de métrico, de rítmico que domina en su organizacion, y que lo lleva hasta el estraordinario estremo de que, todos sus refranes, sus dichos agudos, sus proverbios comunes son espresados en dos versos octosílabos perfectamente medidos, acentuados con inflexible regularidad, llenos de armonía, de sentimiento y de profunda intencion.
Urbistondo subía las escaleras de caracol de la torre, convencido de su sacerdocio, de la trascendencia de su misión. También le parecía una ciencia profunda y hermética la de conocer las indicaciones del barómetro y del termómetro. El poseía, por encima de todos los barómetros del mundo, su pierna.
Volvió Sancho a cobrar la albarda, habiendo sacado a plaza la risa de la profunda malencolía de su amo y causado nueva admiración a don Diego.
En Bingen, pequeña ciudad comerciante de 6,000 habitantes, situada sobre la márgen izquierda en la confluencia de un riachuelo, el Rin se estrecha violentamente por en medio de una garganta profunda de colinas rocallosas, en parte desoladas, y casi totalmente cubiertas de viñedos que trepan hácia las cimas en vastos anfiteatros de muros rústicos, cuyos escalones, sirviendo para contener la tierra vegetal y los sarmientos, que tienden á derrumbarse, forman el mas curioso conjunto de construcciones rurales que se puede ver en tamaña escala.
El golfo de Algecíras, que es una de las formaciones oro-hidrográficas mas curiosas de la Europa meridional, tiene la forma de una herradura profunda ó alargada hácia el centro.
De vez en cuando se paraba delante del niño y le clavaba una mirada ansiosa, profunda. Abuelo, ¿por qué me miras así?... ¿He sido malo? ¡No, hermoso mío, no! respondió el antropólogo cambiando de expresión y volviendo a su benévola sonrisa habitual. Tornó a pasear, y otra vez se detuvo frente a su nieto y le cogió la cabeza con sus manos trémulas, febriles.
Aconsejo á los hijos humildad, respeto, obediencia; más que obediencia; veneracion, una veneracion profunda y religiosa. Á los padres no se les debe únicamente obedecer, sino venerar; aconsejo á los hijos la veneracion; pero no aconsejo á los padres la violencia. El hijo debe obedecer; el padre debe aconsejar y persuadir. ¿No alcanzan el consejo, la persuasion, la súplica, el llanto, el enojo?
Olvidábaseme de decir que así como Monipodio bajó, al punto todos los que aguardándole estaban le hicieron una profunda y larga reverencia, excepto los dos bravos, que a medio mogate, como entre ellos se dice, le quitaron los capelos, y luego volvieron a su paseo por una parte del patio, y por la otra se paseaba Monipodio, el cual preguntó a los nuevos el ejercicio, la patria y padres.
Y cuando he salido a la calle y he peregrinado entre las tinieblas, en la noche silenciosa, a lo largo de los vetustos palacios, al ras de las enormes rejas saledizas, que tantos suspiros recogieron, he sentido una grande, una profunda, una abrumadora ternura hacia este pueblo muerto. Salgo, después de comer, a las afueras del pueblo; me recuesto al pie de un largo bardal.
Palabra del Dia
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