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Actualizado: 17 de mayo de 2025
El poeta, en el prólogo que les antecede, dice que, si algún lector ignorante se atreve á censurar que en la mayor parte de estos autos aparecen los mismos personajes, como, por ejemplo, la Fe, la Gracia, el Pecado, la Naturaleza, el Judaísmo, la Idolatría, etc., tenga presente, que, como el objeto de esas composiciones siempre es el mismo, sírvese también de iguales medios para conseguir un fin idéntico, y no olviden la razón poderosa de que esos mismos medios, con tanta frecuencia manoseados, llegan cada vez por distintos caminos á términos diversos; porque no olvidándolo, esa crítica, á su juicio, ha de trocarse en alabanza, si es verdad que el arte de la naturaleza es sólo tan grande por la razón de que, con las mismas facciones, forma rostros tan variados, y, con arreglo á este tipo, ya que no se califique de arte, se le disculpará, por lo menos, haber escrito tantos autos distintos empleando los mismos personajes.
Hasta muy entrado el segundo tercio del siglo presente, el hermano Toribio y los Toribios en general han sido el tema constante de todas amenazas para infundir saludable terror á los chachos traviesos.
El espacio es inmenso, inmutable, eterno, y lo mismo debe decirse de la duracion; mas no se sigue de esto que haya nada eterno fuera de Dios, porque el espacio y la duracion no están fuera de Dios; son consecuencias inmediatas y necesarias de su existencia, sin las cuales no seria eterno, ni se hallaria presente en todas partes.
Puede ser; pero no bueno. Porque sufrir cada día Un trabajo tan inmenso Como andar la ciudad toda Y asistir en el convento, Que labra con tanta priesa Trabajando y disponiendo, Y hallarse presente en casa Cuando importa, siendo cuerpo Humano, fuera imposible, Sin que tal vez por lo menos El cansancio le rindiera. Sólo asegurarle puedo, Padre, que Dios lo ha enviado; No examinen sus misterios.
Todo esto se hizo presente con grande libertad por el capitan de una fragata española al Gobernador de Buenos Aires, en presencia de Mr.
Nunca había reconocido como en aquel momento la grandeza de la civilización presente. Todavía surgían guerras de vez en cuando, pero habían sido reglamentadas por el progreso.
Había en aquella habitación algunas miniaturas de familia, un retrato suyo, de cuando era muy joven y tenía el rostro sonrosado y rodeado de bucles castaños; un retrato en el cual no había un rasgo fisonómico semejante a los del hombre de lo presente; algunos legajos rotulados en un montón de papeles y dos bibliotecas: una antigua, la otra enteramente moderna que manifestaba por la selección especial de libros, las predilecciones que de hecho aplicaba en su vida.
¿Estás aquí? preguntó Bringas después de aguardar un rato, durante el cual hubo de dudar si su esposa estaba presente o no. Aquí estoy... sí respondió Rosalía contestando apresurada . El panadero... hoy no he tomado más que tres libras... Pues yo juraría... ¿Será que todo lo veo trastornado? ¿Todavía estás con lo de la bata?... dijo Rosalía acercándose a él y haciéndole caricias...
¡Pero si yo no me burlo de vosotros, querido Pep! ¡Si todo es verdad!... Entérate de una vez: soy pretendiente de Margalida, como el Cantó, como ese verro antipático, como todos los muchachos que acuden a tu cocina para cortejarla... La otra noche me presenté porque ya no podía sufrir más, porque comprendí de pronto la causa de las tristezas que me vienen afligiendo, porque quiero a Margalida, y me casaré con ella, si ella me acepta.
Todo estaba lo mismo que una hora antes, cuando el té humeaba en la taza de Ojeda, ahora vacía, y blanqueaban sobre la mesa los pliegos, cubiertos al presente de compactas líneas. Las personas cercanas a él fumaban silenciosas o seguían sus conversaciones con lentitud soñolienta.
Palabra del Dia
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