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Esto aconteció varias veces, en particular el 26: la noche de ese día empecé á temer que se preparaban grandes desastres. Nuestros marinos se habían ausentado. En las dilatadas fluctuaciones de la crisis equinoccial se espera un poco; y, si las cosas se prolongan, el deber y el oficio discurren; se hace caso omiso de todo, y uno se arriesga, salga lo que salga.

Tenía los ojos azules claros; el metal de la voz, vibrante, poco agradable, hierático en su monotonía, expresaba bien el fanatismo casi inconsciente de un alma que preparaban para el convento. La rubia hermosa, con brazos de escultura griega, no entendía cabalmente lo que iba diciendo, pero adivinaba el sentido de su arenga, y le daba el tono de intolerancia y de soberbia que le convenía.

Pero don Eleazar ha encontrado la horma de su zapato; mientras sus agentes, divididos en dos bandos que operaban en sentido contrario, preparaban su golpe, él no contaba con que en esta tierra del papel-moneda, una nueva emisión es asunto de poca monta, y la cuerda tirante con que él tenía presos a sus deudores, se ha aflojado; la nueva emisión se ha hecho y he aquí que la baja más espantosa se ha operado.

Trabajo le costó al barón apaciguar á su alborotado amigo, quien acabó por confesarle que sólo esperaba saborear un nuevo y gustoso guiso que en aquel momento le preparaban, para enviar también un cartel al mismo príncipe. Pero ¿estáis dejado de la mano de Dios? le preguntó el barón. ¿Qué os ha hecho el príncipe?

Todas las fiestas que se preparaban en la córte á los herederos archiduques, tuvieron que suspenderse para ejecutarlas luego con el doble objeto del nuevo alumbramiento de un príncipe, el cual tuvo efecto, el dia 10 de marzo de 1503 con el nacimiento del infante Don Fernando quien sucedió despues al emperador Cárlos V en el imperio de Alemania.

La comida del coloso daba motivo á nuevas lágrimas del profesor. Varios desalmados de los que pululan en los puertos eran los que preparaban su alimento, en una de las grandes calderas traídas de su antigua vivienda. Esta gente inquietante y zafia reemplazaba á la selecta servidumbre que había trabajado para él en la cumbre de la colina. Lo alimentaban con arreglo á su trabajo.

Sonaba el piano incesantemente en el gran salón bajo los dedos entorpecidos de las señoritas que preparaban su «número». Otros pianos no menos balbuceantes y expuestos a error contestaban desde los extremos de la cubierta, en la sala de los niños y en los camarotes de gran lujo.

Mientras le preparaban el baño, estuvo hablando con la superiora de asuntos religiosos: esta conversación la sostuvo con la jovialidad y la gracia propias de su juventud. No hacía mucho que se hallaba en el baño, cuando la superiora, que atravesaba el corredor en el cual estaban los cuartos de baño, creyó oír gritos y gemidos ahogados cada vez más apagados.

Bandadas de pájaros inundaban los campos, y la primavera mostraba nueva vida en los hinchados capullos, y en los impetuosos arroyos. Los pinares despedían el más fresco aroma. Las azaleas brotaban ya y los ceanothus preparaban para la primavera su librea de color morado.

Los dos hombres se enfrascaron en su entusiasmo de jinetes montaraces, que les hacía mirar al caballo con más amor que a las personas. Gallardo, algo inquieto aún, andaba por la cocina, mientras las mujeres del cortijo, morenas y hombrunas, atizaban el fuego y preparaban el almuerzo, mirando de reojo al célebre Plumitas. El espada, en una de sus evoluciones, se acercó al Nacional.