United States or Cambodia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y un poquito ellos mismos, agregaré; siempre es bueno tener amigos que estén bien con el cielo, porque... ¿si por casualidad todas esas paparruchas fueran ciertas? ¡Se han visto tantas cosas en este pícaro mundo! El bajo pueblo es fanático; los días de las grandes fiestas la puerta de la Catedral está sitiada por grupos inmensos, que ondean impacientes.

No carecen de encanto esas llanuras casi enteramente niveladas, cubiertas de plantaciones de lino y trigos que ondean como lagos de verdura al soplo de las brisas, y salpicadas á trechos de grandes entables de remolachas ó papas, de pequeños tabacales, ó bien de grupos elegantes de plantas de lúpulo cuyos festones entrelazados y flotantes forman graciosos pabellones de un verde amarillento muy bonito.

A los lados se destacan graciosas casas campestres en gran número, cubiertas de paja, pulcramente blanqueadas y rodeadas de jardines y huertos perfumados. Detras agitan sus copas de un verde oscuro las moreras, salpican el campo los simétricos viñedos, ú ondean como lagos de verdura los entables de trigos, dominados á veces por las flotantes espigas y las rubias cabelleras de las cañas de maiz.

Sobre el duro azul de un celaje no empañado por la más leve bruma, ondean las flámulas, colocadas en mástiles a la veneciana alrededor del baluarte de la Puerta del Castillo, y sus gayos colores no desdicen del júbilo radiante del cielo y de la estrepitosa y alegre multitud. Arcos y ondas de follaje verde corren de mástil a mástil, disonando y contrastando con el tono cerúleo del firmamento.

Compré un palacio en Loreto; las magnificencias de mi vivienda, son bien conocidas por los indiscretos fotograbados que publicó «La Ilustración Francesa». Se hizo famoso en toda Europa mi lecho, de un gusto exhuberante y bárbaro, cubierto de placas de oro labrado, y cortinajes de un raro brocado negro, donde ondean, bordados en perlas, versos eróticos de Cátulo; una lámpara suspendida en el interior derrama su claridad láctea y amorosa de una nube de verano.

No diré lo contrario, papá; pero más me gustaría ser violeta o margarita al aire libre como Antonia, que verme convertida en la planta preciosa y delicada que tanto pondera usted. Mírela; vea cómo ondean al aire sus sueltos cabellos; así se orea su frente mientras la mía... ¡Oh! Observe usted cómo abrasa. Al decir esto Magdalena tomó la mano de su padre, acercándola a su frente.

En las corroídas masas de hierro del castillo y en los gallardetes que ondean en los barcos que de continuo hacen carga en la ensenada de Calilayan, se ve la síntesis de dos civilizaciones; la primera está escrita á la rojiza tea de la morisma, la segunda registra sus anales en las serenas y tranquilas regiones del trabajo.