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Actualizado: 10 de mayo de 2025
No quedaba duda de que el Rayo iba derecho a estrellarse inevitablemente en la costa cercana a la embocadura del Guadalquivir. No necesito decir que las velas habían sido cargadas, y que no bastando este recurso contra tan fuerte temporal, se bajaron también los masteleros. Por último, también se creyó necesario picar los palos, para evitar que el navío se precipitara bajo las olas.
Si puede encargar otros dos, hágalo por mi cuenta, pues los necesito para regalar á una persona de respeto; no le molesto más por hoy. Consérvese bueno y no deje de enterarme minuciosamente de todo cuanto ocurra, pues dará gusto con ello á su amigo y superior, q. b. s. m., N * 1.º de Octubre de 187...
Esto es fácil y hermoso de decir; pero es muy vago y no resuelve nada, y lo que yo necesito es algo más concreto, más práctico y del momento.
No se apure, no pierda la cabeza, es inútil... ¡Escúcheme! va á venir la noche y no hay tiempo que perder... necesito decirle mi secreto, necesito confiarle mi última voluntad... necesito que usted vea mi vida... En el momento supremo quiero aligerarme de un peso, quiero esplicarme una duda... Usted que tanto cree en Dios... ¡quiero que me diga si hay un Dios!
Soy simplemente una mujer que nació para vivir en la abundancia y en el lujo, y jamás ha encontrado un compañero capaz de darle lo que le corresponde. Se miraron en silencio largo rato, y ella añadió: Los que me desearon no pudieron proporcionarme cuanto necesito para mi vida, y los que hubieran podido satisfacer mis deseos nunca se fijaron en mí.
Qué me traigan un médico; necesito un médico... Y el periodista, a pesar de su situación, reíase regocijado por la entonación afeminada y ridícula con que el de los treinta años de servicios pedía el médico.
«Cesarina tiene dos años, y Susana nueve meses. Sin la ayuda de Dios, sería para mí bastante difícil la educación de estas cuatro niñas. «En mi casa tengo, además, una parienta, enferma de cuerpo y espíritu, a quien he de cuidar con la misma solicitud que a mis hijos: por manera que son seis criaturas las que tengo que atender. ¡Cuánto necesito, Dios mío, de vuestro auxilio!
¡Estoy podrido de dinero! repitió como si se quejase . Tengo más de lo que necesito... Puedo hacer locuras, si es mi gusto. Luego miró por primera vez á su segundo frente á frente. En cuanto á ti siguió diciendo , he pensado lo que debes hacer... ¡Toma! Le dió un sobre cerrado, y el piloto, maquinalmente, intentó abrirlo. No; no lo abras por ahora.
El conde pasó la vista por él. «Mi buena amiga Fernanda: decía He querido que te fueses para decirte por escrito lo que de palabra sería superior a mis fuerzas. No puedo ser tuyo. No necesito explicarte las razones porque tú las adivinarás. Quisiera amarte bastante para sobreponerme a todo y huir contigo. Por desgracia o por fortuna, hay cosas que pesan en mi corazón más que tu amor.
Con no volver más a Sarrió estaba concluído; y si volvía ya procuraría no encontrársela de frente. Al fin la escribió. Túvola guardada en el cajón de su mesa varios días. La idea de echarla al correo le aterraba. Para decidirse a ello, necesitó beberse unas copitas de ron.
Palabra del Dia
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