United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


Así era por aquellos días el fanatismo político entre las mujeres.

La vida de familia, el ambiente del hogar, el apego a los hijos, la atención esclava del detalle doméstico, y Dios en el corazón más que en la lengua... Este era todo el saber, toda la ciencia que daba por fruto en los matrimonios hombres útiles y mujeres honradas.

Este Ferragut de quince años se mostraba descontento de la vida. Era un hombre, y tenía que vivir entre mujeres: su madre y dos sobrinas que le acompañaban haciendo encajes, lo mismo que ella había acompañado en otro tiempo á su suegra doña Cristina. Quería ser marino, y le obligaban á estudiar las materias antipáticas del bachillerato. ¿Acaso un capitán necesita saber latín?...

Las mujeres parecían más graves y silenciosas, poseídas de súbito ascetismo. Rehuían las conversaciones, como si fuesen peligrosas para su virtud. Deseaban estar solas, y movían en este aislamiento su pluma lentamente, con vacilaciones entre línea y línea, cual si temieran decir poco o decir demasiado.

En cuanto a los instintos de tramposo, que en el nuevo oficio no tenían aplicación inmediata, buscaban expansiones naturales en los tratos y contratos con los cantantes, sus mujeres, los empresarios y los huéspedes de las posadas. El lance a que Emma había aludido se refería a una de estas picardías, de que hubo de ser víctima el buen Mochi.

Los dados están echados exclamé en voz alta golpeando el suelo con el pie. Mi altivez y yo saltamos el Rubicón y dije bajando los ojos: Mi querido comandante, aconsejad a Pablo que vaya entre los esquimales, os lo suplico. ¿Y por qué entre los esquimales? Porque las mujeres de por allá son espantosas balbuceé, mientras que las rusas son lindísimas.

La fabricación del encaje denominado ñandutí en guaraní, o tela de araña, elaborado por las mujeres del campo, es una industria que ha alcanzado bastante importancia en el país. La variedad y belleza de los diseños que se tejen han llamado mucho la atención, en tanto que la delicada calidad de la obra le ha dado al artículo paraguayo un puesto muy señalado en la producción mundial.

Delahante, sobre todo, y a pesar de la diferencia de edades, ella me ha tomado como a su segunda madre; la quiero como si fuera mi hija. Domingo, 16 de julio de 1820. Hoy he sufrido mucho: unas mujeres del pueblo dicen que han oído decir, que los periódicos hablan del asesinato de Alfonso, en la carretera de Roma a Florencia.

Pero al mismo tiempo brillaba sobre el honrado pecho del pobre inválido la cruz de honor ganada valientemente en el campo de batalla, como un diamante puro en un engaste deteriorado. Las mujeres, según el uso, asistieron de negro a la ceremonia; pero mudaron de traje para la fiesta. Marisalada iba de blanco. Tía María y Dolores llevaban vestidos que Stein les había regalado para aquella ocasión.

Silbaban los guijarros entre las ramas, haciendo caer una lluvia de hojas y rebotando contra troncos y ribazos; los perros barraqueros salían con ladridos feroces, atraídos por el estrépito de la lucha, y las mujeres, en las puertas de sus casas, levantaban los brazos al cielo, gritando indignadas: ¡Condenats! ¡Dimònis!...