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Actualizado: 26 de julio de 2025
A lo que respondió don Quijote: -Ama, lo que Dios responderá a tus quejas yo no lo sé, ni lo que ha de responder Su Majestad tampoco, y sólo sé que si yo fuera rey, me escusara de responder a tanta infinidad de memoriales impertinentes como cada día le dan; que uno de los mayores trabajos que los reyes tienen, entre otros muchos, es el estar obligados a escuchar a todos y a responder a todos; y así, no querría yo que cosas mías le diesen pesadumbre.
El éxito le animó á dar sucesivamente á la estampa primera, segunda y tercera serie de memoriales y cartas, excusando, sin necesidad, el propósito de alimentar la curiosidad.
Contiene el volumen las Relaciones y Memoriales, algunas cartas, y los dichos aforismos. Hay otra edición, hecha después de su muerte, en que está cambiado el orden de las piezas correspondientes del libro. La portada reza Retrato al vivo del natvral de la fortvna de Ant. Perez, Fama meliore, quam Fortuna. En Rhodanvsia. Á costa de Ambrosio Trauersanis, MDCXXV, 8.º
Por lo demás, aun reservando las piezas demostrativas de que «para morder no hay colmillo de jabalí que tal navajada dé como la pluma ,» razón sobrada tenía estando satisfecho de la acogida otorgada por el público á sus obras, si «no había semana que no acudieran á su posada de varias partes á preguntar si estaban ya impresos los memoriales .»
Wolsey lo recibe rodeado de muchos soldados miserables y estropeados, que le presentan memoriales; recházalos á todos, quedándose solo con la nueva reina Ana, y le suplica entonces que lo apoye en su pretensión de ocupar la presidencia del Gobierno, pero ha confiado ya este cargo á su padre sin saberlo el Cardenal.
Llevaba toda la pretina llena de papeles como memoriales, y desabotonados seis botones de la ropilla, y asomados unos papeles. Llegué, y ya estaban allá las dichas y los caballeros y todo. Recibiéronme ellas con mucho amor y ellos llamándome de vos, en señal de familiaridad. Había dicho que me llamaba don Filipe Tristán, y en todo el día había otra cosa sino don Filipe acá y don Filipe allá.
Generalmente nadie lee los memoriales, sino el que los escribe, que es el único a quien importan; la prueba de esto es que cuando el empleo se ha de dar, ya está dado antes de hacer el memorial; y cuando hay que hacer el memorial, es señal de que no hay que contar con el empleo. Apelo a los señores que están colocados y a los que se han de colocar.
Rarísima vez se daba el caso de que ella le hiciese una caricia; para obtenerla, tenía Maxi que echarle memoriales, y lo que lograba era como limosna. Es que Fortunata no servía para cortesana, y sus fingimientos eran tan torpes que daba lástima verla fingir. El joven farmacéutico tenía momentos de horrible tristeza, y cavilaba mucho.
Cien memoriales he dado, otras tantas espaldas he visto. Deje usted; veremos si estas circunstancias se fijan, me dicen los unos. Espere usted, me responden los otros: hay tantos pretendientes en estas circunstancias. Pero, señor, replico yo, también es preciso vivir en estas circunstancias. ¿Y no hay circunstancias para los que logran?
Los continuos apuros, la perdurable indigencia y la negra fortuna de Luis Vélez de Guevara en los años de 1622 y siguientes están pintados de mano maestra por él mismo en cinco memoriales en verso que salieron a luz pocos años ha . Ora pretende un humilde puesto en la servidumbre del cardenal e infante don Fernando; ora, ya frustrado este propósito, logra en 1623 la efímera portería de cámara del Príncipe de Gales, nuestro huésped; ya, en 1624, obtiene, después de grande esfuerzo, la también harto breve mayordomía del archiduque Carlos, muerto aún no transcurrido un mes desde su llegada a Madrid, y más adelante solicita infructuosamente del Rey, alegando sus méritos y servicios y la nobleza de su linaje, una plaza de ayuda de su guardarropa.
Palabra del Dia
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