Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de junio de 2025


Cordero le acompañaba un buen rato todos los días, hasta el de su muerte, la cual fue por lo tranquila y suave, casi inadvertida. Una siesta más larga que las de costumbre ocultó el momento de su tránsito, ocurrido a fines de Julio. Nazaria murió del colera al siguiente día de la matanza.

Ni menos le remordería la conciencia por haber excitado con sus consejos y amonestaciones a la matanza de la noche de San Bartolomé, ni por haberse holgado de ella extremadamente, escribiendo a la reina Catalina: ¡bien ha mostrado Vuestra Majestad lo que tenía en su cristiano pecho!

Los indios Penoquís hacen una horrible matanza en los Mamalucos, de quienes eran perseguidos para reducirlos á la esclavitud I 93 Los indios de la Reducción de San Joseph convertidos en fervorosos cristianos; abnegación de esta cristiandad I 130 Los indios Payaguás sorprenden á los Misioneros; dan muerte al P. Aniceto Neuman y otros compañeros I 186

Es de advertir, como ya se ha indicado que el juego ó mejor dicho la matanza del gallo, constituye en Filipinas un vicio estancado, cuyo desarrollo lo explota el Estado concediendo el monopolio de abrir galleras en sitios, días y horas determinadas al mejor postor.

Temia ver pasar sobre la espada de un vencedor que debia sentir naturalmente el deseo de imponer con los horrores de un asalto á una nacion rebelde; y estaba en transigir bajo cualesquiera condiciones antes que esponerse á ser entregada al saqueo y la matanza. Fue tal su desventura, que ni aun asi pudo evitar lo que temia.

Partieron al punto; y aunque á costa de grandes trabajos por la falta de agua, de suerte que no tenían para refrigerar la sed sino un poco de rocío que recogían en los cardos silvestres al fin llegaron al lugar de la matanza, donde sólo hallaron los cuerpos de sus hermanos, pero no á los matadores, á quienes obligó el temor del castigo á retirarse á donde tan fácilmente no pudiesen ser hallados.

Tampoco me fue posible dormir aquella noche. Además, todos estaban despiertos alrededor de la granja. Serpeaban a ras de tierra llamaradas, de un extremo a otro de la llanura. Los turcos continuaban la matanza. Al siguiente día, cuando abrí la ventana como la víspera, la langosta había emigrado. Pero, ¡qué ruina dejaron tras de !

Con ese motivo efectuaron un registro en la casa ya citada, ansiosos, seguramente, aquellos forajidos, de hallar algo que sancionara la matanza.

Su furia salvadora le hacía continuar puñal en mano la imaginaria matanza. ¡Segundo golpe!: el príncipe heredero rodando por un lado y su cabeza por otro. ¡Una lluvia de cuchilladas!: todos los generales invencibles de que hablaba su tía huyendo con las tripas en las manos, y á la cola de ellos, como lacayo adulador que recibía igualmente su parte, el tío de Berlín... ¡Ay, si se le presentase ocasión para realizar sus deseos!

Algunas horas después, cuando había desaparecido de allí D. Venancio y todo el aspecto de matanza, o por lo menos de cosa sucia que tenían aquellos grandes lances vistos de cerca, Bonis consintió que Emma volviera a hablar largo y tendido, y hasta intervinieron en la conversación los parientes y amigos. ¡Qué de recuerdos evocaba la de Valcárcel! Pero todos eran de la línea materna.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando