United States or Burkina Faso ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y doy muchas gracias a Dios de no serlo contestó el general . ¿Quieres que pierda el juicio, como tantos lo pierden, con ese furor melomaníaco, con esa inundación de notas que por toda Europa se ha derramado como un alud, o una avalancha, como malamente dicen ahora? ¿Quieres que vaya a engrandecer con mi imbécil entusiasmo el portentoso orgullo de los reyes y reinas del gorgorito? ¿Quieres que vayan mis pesetas a sumirse en sus colosales ingresos, mientras se están muriendo de hambre tantos buenos oficiales cubiertos de cicatrices, mientras que tantas mujeres de sólido mérito y de virtudes cristianas, pasan la vida llorando, sin un pedazo de pan que llevar a la boca? ¡Esto que clama al cielo, y es un verdadero sarcasmo, como también dicen ahora, en una época en que no se les cae de la boca a esos hipocritones vocingleros la palabra humanidad! ¡Pues ya iría yo a echar ramos de flores a una prima donna, cuyas recomendables prendas se reducen al do, re, mi, fa, sol!

Sin embargo, una añade que ella ha venido porque es la feria de la Madre de Dios, y ésta no vende los dones de su gracia, sino que los concede gratis. A tal moraleja, malamente traída, sigue un villancico en alabanza de la Santa Virgen, y se acaba la pieza. En el Auto da alma, de 1508, no es menos admirable la alegoría.

¿Olvidáis que don Rodrigo Calderón está malamente herido, y que es vuestro esposo quien así le ha maltratado? dijo Quevedo de una manera profunda. Pero hasta ahora... dijo don Juan.

Los que subían o bajaban, al pasar por la tienda abandonada echaban una mirada a los desiertos estantes y al escaparate cubierto de polvo y cerrado por fuera con tablas viejas y desvencijadas. Sobre el mostrador, pintado de color de chocolate, un velón de petróleo alumbraba malamente el triste almacén cuya desnudez daba frío.

Dizenle [ellos]: A los malos deštruyrá malamente, y šu viña dará á renta

Viéndose tan maltrecho, creyó sin duda que estaba muerto o malferido, y, acordándose de su licor, sacó su alcuza y púsosela a la boca, y comenzó a echar licor en el estómago; mas, antes que acabase de envasar lo que a él le parecía que era bastante, llegó otra almendra y diole en la mano y en el alcuza tan de lleno que se la hizo pedazos, llevándole de camino tres o cuatro dientes y muelas de la boca, y machucándole malamente dos dedos de la mano.

También nuestros Misioneros quisieron entrar á la parte de hecho tan estupendo, asistiendo con el Crucifijo en las manos, y sin hacer caso de la vida iban delante con sus armas espirituales, no sólo en ayuda de los vencedores, sino también de los vencidos, á quienes procuraban ayudar. De los enemigos sólo seis escaparon con vida, de los cuales tres, malamente heridos, quedaron prisioneros.