Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 5 de mayo de 2025


Y en esas horas amargas, D. Amaranto llega a su mezquino mechinal, donde le aguarda su mujer, triste, enferma y mal vestida, y cuatro niñacos, como cuatro ruinas, en cuyos ojos candorosos, al mirar tan desolada pobreza, hay quizá un poco de recriminación hacia los que en un momento de lujuria ciega les trajeron a una vida tan sórdida, tan cruel y tan miserable. Nadie le pregunta nada.

Serafina, la primera vez que cayó en ella, cayó, como tantas otras, seducida por la vanidad, por la lujuria exaltada de la mujer de teatro, por el interés: su primer amante, a quien quiso un poco, de quien estuvo muy orgullosa, fue un General francés, Duque, millonario.

48 Y haré cesar la lujuria de la tierra, y escarmentarán todas las mujeres, y no harán según vuestra suciedad. 1 Y vino Palabra del SE

Cuando quería marcharse, besos prietos y tercos, en que la húmeda tersura de los labios palpitaba con deliciosa laxitud, queriendo sorberle el alma. Nada de grosería ni lujuria. Estos besos eran el maravilloso límite que separa lo físico de lo inmaterial. Las bocas se unían como si tuvieran vida propia, e independiente del resto del cuerpo.

¡Los ojos de la Musa de la Noche! Ellos le dan su trágica llamarada de lujuria a esos rostros de clownesa que muequean en las encrucijadas del pecado. La Dama de la Noche es voluptuosa y trágica, y junta el placer y el crimen en una onda de sensualidad. Tiene el alma de Lucrecia Borgia, exquisita y abominable.

Era esta una absurda mezcla de misticismo y sexualidad de superstición fanática y despreocupación; valiéndose de lo sobrenatural para cometer los actos de la más desenfrenada lujuria y del más refinado placer material. Un autor, tan poco sospechoso como Menéndez Pelayo, ha escrito estas líneas, explicando la herejía de los alumbrados.

Aquel libro buceaba en la conciencia humana ávido de espectáculos repugnantes, y al hallarlos se deleitaba en su análisis, como larva de corrupción que se revuelca entre la podre: mal disfrazado, con frases piadosas y tecnicismos médicos, cuanto en él había era perversión de lujuria.

Lo que es desarrollada lo está y mucho para su edad... decía el hombre de doña Camila, que saboreaba por adelantado la lujuria de lo porvenir. En efecto, parece una mujercita. Y se la devoraba con los ojos; se deseaba un milagroso crecimiento instantáneo de aquellos encantos que no estaban en la niña sino en la imaginación de los socios del casino.

La carne, considerada como enemigo del alma, es la concupiscencia, es el vicio, es la lujuria, que toda religión, no sólo la de Cristo, condena. Pero la carne, el cuerpo humano, considerado como obra de Dios, ¿dónde está condenado? El Verbo se hizo carne, y con cuerpo humano subió al cielo.

Hemos de matar en los gigantes a la soberbia; a la envidia, en la generosidad y buen pecho; a la ira, en el reposado continente y quietud del ánimo; a la gula y al sueño, en el poco comer que comemos y en el mucho velar que velamos; a la lujuria y lascivia, en la lealtad que guardamos a las que hemos hecho señoras de nuestros pensamientos; a la pereza, con andar por todas las partes del mundo, buscando las ocasiones que nos puedan hacer y hagan, sobre cristianos, famosos caballeros.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando