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Actualizado: 13 de octubre de 2025


Por más superficiales é incoloras que sean estas imitaciones alemanas, obtuvieron, sin embargo, grandes aplausos, probando así el mérito indisputable de los originales, que ni aun con tan malos arreglos pudo debilitarse.

Llevados del mismo propósito de introducir en España los antiguos modelos clásicos, publicó Pedro Simón de Abril, casi contemporáneo de las tragedias de Bermúdez, imitaciones del Pluto de Aristófanes, de la Medea de Eurípides, y de todas las comedias de Terencio, y tradujo D. Luis Zapata el Arte poético de Horacio, y Juan Pérez de Castro la de Aristóteles .

Es imposible descubrir en ellas el más leve rastro de parodia ni de sátira. Generalmente son imitaciones serias del estilo de Lope de Vega, no obstante los esfuerzos del autor en superar á su modelo con escenas más variadas y situaciones de más efecto. La impresión, que hacen, es muy semejante á la del Persiles, escrito en la misma época.

A que los franceses del siglo de Luis XVII se familiarizasen más con el teatro español, de lo que podía esperarse de sus imitaciones y traducciones del mismo, contribuyó sobremanera la compañía de Sebastián de Prado, que, como dijimos antes, trabajó en París en el año de 1659.

El carácter de Don Juan es de superior mérito dramático; no así la exposición de sus delitos, defectuosa á nuestro juicio . Esta composición, según parece, fué más famosa en el extranjero que en España. En el teatro italiano aparece ya hacia el año 1620 . En Francia hay tres imitaciones de la misma con el título ininteligible de Le festin de pierre.

Como indicamos antes, el primer dato existente acerca de la aparición en Londres de una compañía de cómicos españoles, es del año de 1635, porque el 23 de diciembre de este año representó Juan Navarro con su compañía ante el rey Carlos I ; los dramas ingleses más antiguos, que se miran con certeza como imitaciones de los castellanos, corresponden á la época de Carlos II; sin embargo, hay razones, expuestas precedentemente, para creer que los dramáticos ingleses conocieron y estudiaron antes á los españoles.

Si las obras de Góngora se hubiesen estudiado con juicio y previsión, en vez de producir imitaciones descabelladas y copias absurdas y ridículas, podían haber enriquecido á la literatura española con un copioso tesoro de gráficas locuciones, giros é imágenes.

; un buen negocio que valía la pena de ser estudiado detenidamente; la explotación de una nueva industria. Casi habría que pedir patente de invención, para evitar las imitaciones.

Aparato escénico en la primera mitad del siglo XVI. Dramas religiosos de esta época. Traducciones é imitaciones de tragedias y comedias antiguas. 303 CAPÍTULO VII. Tragedias de Vasco Díaz Tanco. Comedias de Jaime de Huete, Agustín de Ortiz, Juan Pastor y Cristóbal de Castillejo. Lope de Rueda. Disposición externa del teatro á mediados del siglo XVI. Alonso de la Vega.

Ni en uno ni en otro faltan imitaciones y ensayos clásicos para trasladar á la escena formas dramáticas ya muertas, como lo prueban, respecto de Inglaterra, las desdichadas piezas tituladas Ferrex y Porrex, Ralph Royster Doyster, Damon y Pythias, y en España los Ensayos de Malara y de Pérez de Oliva; pero el gusto nacional rechaza esas reglas estrechas pedantescas, y se declara decidamente en favor del drama popular, nacido en su suelo, que al fin predomina sin estorbo.

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