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Actualizado: 6 de julio de 2025
Pepe, que se resistía a marcharse sin dar cima a sus propósitos, trató de prolongar la visita y, mirando hacia el cuarto de los libros, repuso: Quisiera concluir de arreglar aquí algo que olvidé días pasados. Haga Vd. lo que guste. Pepe pasó a la pieza contigua, y don Luis, sin poderse contener, hojeó de nuevo las cuartillas.
Todo lo revisaba, lo examinaba por dentro y por fuera; hojeó las novelas, levantó de las botellas las cebollas de jacintos para ver las raíces, abrió el estuche de los tornillos de diamantes americanos, revolvió la caja y los sobres de papel timbrado; y como en el momento de estar sobando el papel echase de ver el tintero y la pluma, tomó esta y trazó sobre un plieguecillo, con no pocos esfuerzos, alargando el hocico y haciendo violentas contorsiones con el codo y la muñeca, estas palabras: Mariano Rufete, alias Pecado.
Pero Clara, aunque se sorprendió mucho, no dió importancia al hecho. La otra se sonrojó ligeramente, y tomando de nuevo el libro de Santa Teresa, dijo: Voy á ver si encuentro un pasaje que hay aquí recomendando la penitencia. Hojeó el libro, y leyó.
Mi padre lleva su bondad hasta tomarme por su secretaria, y entonces escribo al dictado u hojeo los libros necesarios para su trabajo y le marco o le copio los párrafos que necesita. Y no puede usted figurarse lo agradable y gloriosa que encuentro así la vida. Lo mejor de todo es que, ahora, hablamos con más frecuencia y más íntimamente, y que cada día lo quiero más. Elena al Padre Jalavieux.
El rostro de la muchacha fue delator del libro: Pepe entró y, quitándoselo de las manos, lo hojeó unos instantes mientras ella huía avergonzada, sintiendo por primera vez en su vida una llamarada de vergüenza que la abrasó la cara.
De Pas se acercó al facistol, hojeó los libros grandes del rezo y hasta solfeó un poco en voz baja, leyendo la música señalada con notas cuadradas, de un centímetro por lado. Todo estaba bien. Los órganos allá arriba extendían su lengüetería en rayas verticales y horizontales, deslumbrantes; parecían dos soles cara a cara.
Palabra del Dia
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