Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de mayo de 2025


¡Ay, Mario del alma, no sabes lo que acaba de suceder! El joven se puso horriblemente pálido y profirió con voz ronca: ¡Carlota!... Su mujer apareció por el extremo del pasillo pálida y grave y avanzó lentamente. ¡Carlota! ¿el niño?... volvió a gritar acongojadamente. Carlota hizo un signo negativo con la cabeza. En aquel momento, un grito desgarrador hirió sus oídos. Era la voz de Presentación.

Y él dijo: Hazme juramento por Dios que no me matarás, ni me entregarás en las manos de mi amo, y yo te llevaré al ejército. 17 Y los hirió David desde aquella madrugada hasta la tarde del día; y no escapó de ellos ninguno, sino cuatrocientos jóvenes, que habían subido en camellos y huyeron. 18 Y libró David todo lo que los amalecitas habían tomado; y asimismo libertó David a sus dos mujeres.

Se dice añadió el narrador , que el duque... pues... su excelencia... no hay que citar nombres, tiene en su casa como preso al herido. ¡En su casa! Como que le hirieron junto al postigo de su casa. ¿Y no se sabe quién le hirió? Todavía no. Pero nadie hay preso ni mandado prender... De modo que... ¿qué más prueba queréis de que estas estocadas han venido de lo alto? Esto es grave dijo uno.

La exposición que hizo la pobre Dolly de la sencilla teología de Raveloe hirió los oídos de Silas sin que entendiera palabra; en efecto, ninguna de aquellas frases podía evocar un recuerdo de la religión que había practicado, y su espíritu quedaba del todo desconcertado. Marner permaneció silencioso.

En el centro de la pieza hallábase la mesa, que sostenía un candil de cuatro mecheros, y junto a ella, sentados en sendas sillas de cuero, que lastimosamente gemían al menor movimiento, estaban los tres personajes cuya conversación hirió mis oídos cuando volví de un largo paroxismo.

Por cierto que su primer rayo no hirió directamente nuestras pupilas, sino que fué á besar con amoroso respeto un arrogantísimo torreón gótico, que ya habíamos divisado enfrente de la Estación, sobre las ruinas de una antigua fortaleza. Era la famosa Torre del Homenaje del celebérrimo Castillo de la Mota.

43 A Beser en el desierto, en tierra de la llanura, de los rubenitas; y a Ramot en Galaad, de los gaditas; y a Golán en Basán, de los de Manasés. 46 de este lado del Jordán, en el valle delante de Bet-peor, en la tierra de Sehón rey de los amorreos, que habitaba en Hesbón, al cual hirió Moisés y los hijos de Israel, cuando hubieron salido de Egipto;

24 Entonces se acercó Sedequías hijo de Quenaana, e hirió a Micaías en la mejilla, diciendo: ¿Por dónde se fue de el espíritu del SE

Los dos cómplices entraron en la habitación, y lo primero que hirió la vista de Mantoux fue el puñal de que le había hablado el duque. ¡Y bien! exclamó la viuda ; ¿el señor de Villanera se ha acostado? , señora. ¡Infame! ¿Qué han dicho mientras comían? No han hablado de la señora. ¿Ni una palabra? No; pero después de comer, el señor duque me ha preguntado la dirección de la señora.

Un resplandor de oro, de piedras preciosas, de objetos de gran brillo, que aun parecían más esplendorosos en este ambiente de miseria, hirió los ojos del asombrado Maltrana. El tesoro era cierto. ¡Vive Dios! La realidad tenía sorpresas de cuento fantástico. El joven pensó por un instante en las novelas de portentosas aventuras leídas en su juventud. La vieja se gozaba en el asombro del nieto.

Palabra del Dia

hociquea

Otros Mirando