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Actualizado: 7 de junio de 2025


Ni la religión, ni las nuevas costumbres, ni los escasos rayos de civilización que se abren paso hasta aquellas lejanas tierras, han podido destruir antiguos gérmenes de pasadas generaciones. La superstición y la fábula son innatas en el chamorro, así que la muerte del Padre San Vítores, como su martirio y su vida, la envuelve en sinnúmero de fantásticas relaciones.

Ya sabes que yo tampoco la tengo en gran estima, y me lamento del estado en que han puesto á nuestro país. Pero ¿á qué la violencia? Para acabar con ellos no hay como la libertad. Mueren dentro de ella como los gérmenes que se encuentran en un medio que no es el suyo.

Para comprender rectamente estos dramas, menester es que no olvidemos su inmediato origen de los gérmenes que forman la poesía popular.

Durante algunos siglos, tal vez se pudo imaginar que la luz del saber iba á extinguirse entre los pueblos cristianos y á resplandecer entre los muslimes, y que éstos llevaban la delantera en el camino del progreso: pero, en el seno tenebroso de la barbarie europea, en medio de las ruinas del Imperio de Occidente, de donde surgieron nuevos Estados, compuestos de una inerme y abyecta grey, oprimida por una casta superior, ignorante y belicosa, había gérmenes tan fecundos, que de ellos brotó esta civilización más alta, que dura aún, que ha llegado á maravilloso desenvolvimiento, y que es de esperar que ya nunca muera, á pesar de las extrañas enfermedades que suelen atacarla cuando más se ufana y se engríe con sus triunfos y su gloria.

Por un desarrollo de los gérmenes que las contenian. ¿Qué es el desarrollo? una serie de movimientos, de ser y no ser, y por tanto de cosas que se excluyen.

Lo que puedo deciros es que estaba completamente transformada: sólo conservaba de lo que había sido, la cicatriz de la herida que se había hecho en la mano derecha al huir de la infamia: por lo demás los gérmenes morales y físicos que en ella existían cuando yo salí seis años antes de Madrid, se habían desarrollado: en lo moral no era ya pobre muchacha de maneras humildes, viva y tímida a un tiempo, recelosa y confiada, conocedora sólo de la miseria y resignada por un instinto de fuerza a su pobreza: era en el aspecto una dama en la que nada podía echarse de menos, ni las maneras sueltas, dignas y sin afectación del gran mundo, ni el gusto más exquisito en el traje, ni la posesión de misma, ni la ausencia de toda afectación, de todo encogimiento: quedaba siempre en ella la mirada lúcida, anhelante; la dulce palidez, la triste sonrisa, la expresión melancólica y profundamente resignada; pero no era aquella la resignación que se refiere a los dolores físicos, a las privaciones, al trabajo, a la carencia de todo lo necesario: era una resignación más terrible, porque se refería al infortunio del alma; a la carencia de esas expansiones, sin las cuales un ser humano no es otra cosa que un cadáver a quien su propio cuerpo sirve de ataúd ambulante.

Hasta el elemento primitivo que contiene nuevos gérmenes de civilización, dominante en las esferas más elevadas de la vida de un pueblo, es sólo nacional en parte, de la misma manera que el que nace en lo más íntimo de su corazón y no sale de él, no puede tampoco evitar las modificaciones externas, ni el indeleble y vigoroso sello que siglos enteros y otros pueblos llegan á imprimir en él.

El coloso del Estrecho con la regularidad matemática á que necesaria y fatalmente sujeta toda ley perfecta, acumula en sus calcinadas entrañas gérmenes de espanto y desolación. ¡Desgraciado el día en que abra la válvula! ¡Infeliz del pueblo en que sacie su cólera!

Con ella penetraron en la Península nueva religión, lenguaje y costumbres, que debieron modificar diversamente las de los cristianos que la poblaban, aunque su influjo no fuera ni tan poderoso ni tan exclusivo, que ahogase todos los gérmenes de civilización, que maduraban en el seno de la Iglesia cristiana.

Y la mujer, cual ángel de la tierra, Reina de la creacion que ha embellecido, Lleva en como vaso bendecido Los gérmenes fecundos del amor.

Palabra del Dia

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