Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 3 de octubre de 2025
Esta mañana me decía: «Siempre que ni tú ni mis hijos me falten de este mundo, lo demás poco me importa; mis bienes y mi felicidad están en vuestros corazones.» Después ha rezado conmigo mientras la tempestad bramaba furiosa y rompía las ramas de los árboles. Los pobres aldeanos lloraban en el patio al ver la catástrofe. He leído esta noche Un viaje a los Pirineos, por M. Dusaux.
Juan de la Cueva viene á decir, que el haberse mudado las leyes de la comedia, no proviene de que falte en España instrucción ni talento suficiente para seguir tan antigua senda; sino que, al contrario, los españoles intentaron ajustar esas reglas á las distintas necesidades de su época, y sacudieron la traba de encerrar tantos sucesos diversos en el espacio de un día, pues sin rebajar á los antiguos poetas, y á los griegos y romanos, sus imitadores, sin despreciar lo mucho bueno, que hicieron, se debe confesar sin embargo, que sus comedias son cansadas, y no tan interesantes é ingeniosas como debieran; y de aquí, que cuando se aumentaron los talentos, mejoraron las artes, y se imprimió en todo más vasta forma, se abandonó también el antiguo estilo, prefiriéndole otro nuevo y más adecuado á su época, como hizo Juan de Malara en sus tragedias, separándose algo del rigorismo de las antiguas reglas, aunque no falten quienes sostengan que el mismo La Cueva traspasó los límites de la comedia, ofreciendo juntos en el teatro reyes, dioses y viles personajes, suprimiendo un acto de los cinco, y convirtiéndolos en jornadas.
La alúmina reclama los casos en que no haya que deplorar lesiones orgánicas internas, sino los en que la vitalidad esté disminuida, y en los que falten ciertos materiales necesarios á la nutricion del sistema cutáneo y de sus accesorios; lo cual esplica el que la piel esté dispuesta á varias lesiones que tienden á estenderse por la carencia de jugos reparadores, y que las uñas sean frágiles y que los cabellos se sequen y se caigan.
Yo comparaba la inmensa riqueza encerrada en el «Tesoro» de la catedral, con la profunda miseria de las clases inferiores de Toledo, ciudad que vegeta en el aislamiento, sin industria, comercio, ni agricultura importante, y me decia con tristeza: «¡Qué bien haría la Vírgen de esta catedral si, imitando á Isabel la Católica, no ya para descubrir un mundo sino para resucitar á Toledo, destinara sus joyas de valor fabuloso para un ferrocarril que comunicase á esa imperial ruina con todos los pueblos del magnífico valle del Tajo!» De cada catedral de España, sin contar mas que los valores de lujo, puede salir un ferrocarril; pero no hay riesgo de que salga nada, sin que por eso falten las entradas.
»Por consiguiente, ya lo sabéis... El tercer mandamiento de la ley de Dios es «santificar las fiestas.» Todos estamos obligados, me entiende usted, a guardar los días de precepto, no sólo para bien de nuestra alma, sino por el ejemplo que con nuestra buena conducta damos a los otros. Los que falten a este sagrado precepto sin necesidad, cometen un grave pecado.
Palabra del Dia
Otros Mirando