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Yo creo más bien que son ellas las que están prevenidas contra él y que le buscan defectos. Hipócrita no lo es. Holgazán, convengo en ello. Emprendió varias carreras y ninguna ha llegado a concluir; de suerte que hoy se encuentra el pobre sin profesión alguna y viviendo a expensas de su familia.

Ella le reconoció a la primera ojeada, por haberle visto el día de la boda. Sabía que era abuelo de su hijo, padre de Germana y millonario a expensas de don Diego. Una mujer como la señora Chermidy no olvida nunca la cara de un hombre a quien ha dado un millón. No le hubiera sabido mal conocerle de cerca, pero nunca hubiera dado un paso por hacerlo. El duque le ahorró el camino.

Las medusas y los moluscos han sido, por lo general, inocentes criaturas, podríamos decir muchachos, y yo he vivido con ellos en un mundo apacible. Hasta ahora hemos visto pocos carnívoros. Aun aquéllos obligados á vivir así, sólo destruían para sus imprescindibles necesidades, y la mayor parte vivían á expensas de la vida apenas comenzada, de átomos, de jalea animal, inorgánica.

Así no debe extrañar que actores como Zacconi, como Novelli, como Coquelin, esos reyes del gesto que han bordado las perfecciones supremas de su arte, tengan un repertorio pequeño; los Balzac no abundan; la intensidad, grata á los atenienses, generalmente se logra á expensas de la cantidad, que admiran los bárbaros.

Puede decirse que la verdadera constitucion del gran-ducado no data sino de 1806, época en que el príncipe del electorado anterior, bajo los auspicios de Napoleon, agrandó sus dominios á expensas de otros pueblos y figuró como miembro de la efímera «Confederacion del Rin». Pero el gran-duque supo hacer su negocio, volviendo á tiempo sus armas contra el emperador frances, y gracias á eso obtuvo sus ventajas en la gran partija que, bajo el nombre de restauracion, hizo el Congreso de Viena en 1815.

No era una mujer nerviosa y fantástica, pero conocía ya bastante bien y a sus expensas el temperamento de su marido, para quien los granos de arena eran montañas y los céfiros violentos huracanes. Recordaba con terror su triste noche de novios y temblaba ante la idea de que se repitiesen aquellas escenas de desesperación y de lágrimas.