Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 22 de mayo de 2025
Retirado ahora de esta fabricación y comercio, se dedica a prestar al gobierno y a los particulares al cincuenta por ciento al año. Con tales virtudes, excelencias y servicios, no debe chocarnos que haya merecido el favor de la emperatriz y de sus ministros, los cuales le colman de distinciones.
Cantó sus excelencias con tal fuego y entusiasmo, como si fueran sus padres y sus hermanos y a ellos debiera el soplo de vida que le animaba, e hizo además la importante declaración de que imprimían, si no tan pronto, mejor y mas limpio que todas las prensas conocidas hasta el día.
Confieso con ingenuidad que lo que es en punto a hermosura, no atino a representarme que supere a Pepita Jiménez la mujer de aquel príncipe egipcio, mayordomo mayor o cosa por el estilo del palacio de los Faraones; pero ni yo soy, como Josef, agraciado con tantos dones y excelencias, ni Pepita es una mujer sin religión y sin decoro.
El labriego sólo era el que bendecía su estrella, y quien, echando mano de un cordel que para otros usos traía, dispuso a la Junta en forma de traílla; la cual en la misma, y más custodiada que tabaco en rama, por los diez y nueve votos de contrabando que habían levantado la sesión, se entró por los términos de España, a las voces del portugués, que casi desde Castel-o-Branco les gritaba todavía en mal castellano: No tenhan miedo Vuestras Excelencias, aunque los aforquen los casteçaos; que yo en acabando de pelear aquí por Su Majestad don Miguel I, que es cosa pronta, he de pasar la raya; y o me llevo allá al emperador Carlos V, o me traigo acá a Castilla.
Y no tan sólo es hermosa La novela de un joven pobre por su asunto y la alteza de los sentimientos que en ella actúan, sino que también sobresale y seduce por las excelencias primorosas del estilo, en que era el autor un magistral artífice. Espíritu delicado y exquisito, Feuillet hacía su prosa dúctil, ágil, experta.
A Martín y a Bautista no les gustaban las canciones del gascón que les parecían empalagosas, y a éste tampoco las de sus amigos, a las cuales encontraba siniestras. Discutieron acerca de las excelencias de sus respectivos países, pasando de los cantos populares a hablar de las costumbres y de la riqueza. Iba a amanecer; comenzaban a acercarse a Vera, cuando se oyeron a lo lejos varios tiros.
No me meteré a discutir si hacía aquello en venganza de lo que ella consideraba una nueva e imaginaria intrusión de las excelencias de Sofía, o porque tuviese como una intuición de los ritos de ciertos paganos, y entregándose a aquella ceremonia fetichista, imaginara que el original de su modelo de cera desfallecería para morirse más tarde.
En cuanto a que los bufos corrompen o tiran a corromper el buen gusto literario, aún es más infundada la acusación. Pues qué, ¿la música, mala o buena, es incompatible con la discreción, con el sentido común, con el ingenio, con la gracia urbana y con otros requisitos y excelencias de que va o pudiera ir adornada una fábula dramática?
¿Por qué lloras, hijo? le preguntó la señora compadecida . ¡Si has declamado muy bien! ¿No has sacado premio? Púsose el niño muy encarnado y, levantando la cabeza con infantil orgullo, contestó mostrando los que junto a sí tenía: Cinco... y dos excelencias... Digo... ¿Cinco premios y todavía lloras?... El niño no contestó; bajó la cabeza como avergonzado, y de nuevo corrieron sus lágrimas.
Palabra del Dia
Otros Mirando