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Actualizado: 26 de mayo de 2025
La tal doncella desmentía, además, ciertos excesos de piedad atribuidos a la dama: sus actos de penitencia consistían en no tomar nada, aunque lo desease, fuera de horas, abstenerse de algún bocado sabroso, escoger, por breve rato, asiento incómodo y hasta estar unos minutos puestos en cruz los brazos: pero era falso, según la pecadora sirvienta, que la Condesa usara cilicio bajo el corsé de raso, ni que tuviera costumbre de llevar por voluntaria molestia alguna china en los zapatos, antes al contrario, se calzaba exquisitamente; ni que durmiera los viernes con una astilla entre las sábanas, ni que hiciera en el suelo cruces con la lengua.
Los marinos y soldados carecían de semejante comodidad; estaba prohibido que ninguno durmiera bajo de cubierta, aun acabado su cuarto, para estar á mano si cargaba el tiempo de repente .
Si ellas no tocaran jamás una herida ni tocaran nunca la humana ficción, fueran inocentes por toda la vida y en Belén durmiera toda su ilusión. Pero se harán grandes, palparán desdenes, tomarán un cetro: el de la Razón, y ya no habrá el goce de erigir belenes ni soñar en Reyes Magos de cartón...
Era precisó tratar de que durmiera abajo un criado, y, sobre todo, de aproximar mucho más mi dormitorio al de mi madre. Las cuatro mujeres reunidas sabríamos defendernos mejor de cualquier peligro... ¡Gran miedo pasé aquella noche! »Pero ¿hasta dónde alcanzaban las raíces de estas ideas? ¿De dónde vendrían las semillas que las produjeron?
MANRIQUE. Sí; tu amante que te adora más que nunca feliz. LEONOR. ¡Calla!... MANRIQUE. No temas; todo en silencio está como el sepulcro. LEONOR. ¡Ay! Ojalá que en él feliz durmiera antes que delincuente profanara, torpe esposa de Dios, su santo velo. MANRIQUE. ¡Su esposa tú!... Jamás. LEONOR. Yo desdichada, Yo no ofendiera con mi llanto al cielo.
D. Benigno, dejando que Alelí se durmiera en el sillón del comedor y que Crucita hiciera lo mismo en su cuarto, envió a los muchachos a la escuela, y a su cuarto a Sola, entabló con ella una conversación de la cual es preciso no perder punto ni coma. Sola manifestaba grandísima sorpresa.
Temerosa de que se enfriara, apuró todas las razones para sosegarle, y viendo que no podía ser, quitose la bata y se metió con él en la cama, dispuesta a pasar la noche abrigándole por fuerza como a los niños, y arrullándole para que se durmiera.
Este caballero fue tal la habilidad que mostró en el desempeño de su encargo, que á poco tiempo logró que comiese y bebiese, que durmiera en su lecho, que se aseara y vistiera, y hasta que mudara de habitacion, porque ya la suya no era mas que un fétido muladar.
Aquel rosario era interminable, porque detrás de sus infinitos paternóster venían las letanías, llagas, misterios, jaculatorias, oraciones, gozos y endechas místicas. La noche las sorprendía en aquel devoto ejercicio, y era muy común que alguna de las chiquillas, rendida bajo el peso moral de tan monótono y cansado rezo, bostezara tres veces y se durmiera al fin benditamente.
11 ¿Por qué no morí yo desde la matriz, o fui traspasado saliendo del vientre? 12 ¿Por qué me previnieron las rodillas? ¿Y para qué los senos que mamase? 13 Pues que ahora yaciera yo, y reposara; durmiera, y entonces tuviera reposo, 14 con los reyes y con los consejeros de la tierra, que edifican para sí los desiertos; 15 o con los príncipes que poseen el oro, que llenan sus casas de plata.
Palabra del Dia
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