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Actualizado: 31 de mayo de 2025


Lo había olvidado totalmente y ahora su presencia hacía en el efecto de un reproche. Dame tiempo para reflexionar, espera hasta mañana dije enderezándome. Sentía en el vago presentimiento de que mi residencia en esa casa no sería de larga duración: habría sido demasiada dicha para , pobre infeliz a quien un destino despiadado condenaba a vivir en casa ajena.

No es una razón el negarlo; tampoco es virtud. 1912. Justum et tenacem propositi virum. Ante el eterno símbolo granítico, consagración de tus civiles palmas, cumbre mental, sublime paralítico, te aclaman hoy nueve millones de almas. El tiempo, que devora despiadado nobles recuerdos dignos de la historia, sobre el rojo horizonte del pasado conserva y magnifica tu memoria.

Una noche se resolvió á dar un veneno á la reyna, y á enviar un lazo á Zadig al rayar del alba, y dió esta órden á un despiadado eunuco, executor de sus venganzas. Hallábase á la sazon en el aposento del rey un enanillo mudo, pero no sordo, que dexaban allí como un animalejo doméstico, y era testigo de los mas recónditos secretos.

Con ser el celo religioso de Abde-r-rahman II menor que el de sus progenitores, es mayor su intolerancia, porque es el Estado mas exigente, y mas despiadado el corazon del que le rige.

Las palabras que pronuncia la inconsolable dama para excitar la lástima del despiadado caballero, rogándole que no la abandone, es de lo mejor que ha escrito Calderón; enérgicas y apasionadas para expresar su desesperación, y respirando la pena más profunda, cuando solicita en su desamparo al seductor, aseméjanse á un torrente embravecido, aprovechando los términos del romance antiguo, que aumentan más su efecto.

¡No! murmuró en un rugido el xeque; ¡la muerte fuera tu perdon! ¡más te valiera, infame, no haber nacido! Y despiadado, brutal, del suelo la levantó, con ella al corcel saltó, partió como el vendaval; sin ladridos la jauría fué tras su fiero señor, y á poco el postrer rumor en la noche se perdia.

Hombres son estos, decia para , á quien no se atreverá el ángel Ituriel á hacer mal, á ménos que sea muy despiadado. No conservaba ménos enojo contra lo demas de la nacion, puesto que se habia reconciliado con los literatos.

Decid a vuestro amo exclamó al despedirse que yo quise herille su honra por vengar a mi padre el valiente Aben-Djahvar, a quien él hizo sufrir en Almería despiadado tormento; pero que, si él consiente agora en casar a su hija conmigo, iré a postrarme a sus plantas.

Junto á él y cogidos de sus manos, como un hermano afectuoso el uno, como un maestro y un padre el otro, están Manuel Cañete y D. Aureliano Fernandez-Guerra... Manuel Cañete, el poeta inspirado y elegante, el restaurador de nuestro primitivo teatro, el crítico á quien la fuerza, la violencia del amor á lo bello encarnado en su espíritu, le obliga hasta á ser cruel y despiadado con lo malo; Fernandez-Guerra, el sabio infatigable, el sabio poeta, á quien acusan de soñador en sus juicios los que no comprenden que, á veces, tiene que inventarse cosas que no sepa para estudiarlas, porque cuanto humanamente se puede saber está ya tan bien colocado en su cerebro como los libros en una biblioteca.

Palabra del Dia

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