United States or San Marino ? Vote for the TOP Country of the Week !


La frialdad que notaba en el auditorio en aquella ocasión, le desanimó. Quiso pensar en esto, y casi estuvo á punto de no saber qué decir. Y, sin embargo, él tenía fijos en la imaginación algunos magníficos pensamientos; pero ¡cosa singular! no los podía decir.

Y antes que relegar a Menéndez a un lugar del verso indigno de su filantropía, prefirió renunciar al soneto. Esta falta de inspiración poética y de consonantes en éndez, no le desanimó ni ajó su orgullo de artista, que al fin no era muy grande; después de todo, si bien se miraba, la poesía está como reconcentrada en la música.

En vez de una niña alegre y agradecida al inmenso favor que la hacía, se encontró frente a frente de una fierecilla, un ser antipático sin afecto ni sumisión, extravagante y caprichosa hasta un grado sorprendente, cuya risa no brotaba ruidosa sino cuando algún criado se caía o el lacayo recibía una coz de los caballos. Pero no se desanimó.

Observaba ella que tales exageraciones de cariño se avenían mal con la esperanza de remedio, y que cuando esta llevaba la ventaja sobre el desánimo, el niño senil, llorón y soboncito recobraba las condiciones viriles de su carácter real. Por de contado, aquello de serás la señora de la casa y yo el esclavo resultó ser jarabe de pico, mimitos de enfermo impertinente.

Llamado el Comadreja, lo desanimó, y dijo que todo era un sincopiés; y como es caritativo él, buen cristiano él, y además había estudiado un año de Veterinaria, mandó que le llevaran a su casa para asistirle y devolverle el resuello con friegas y sinapismos.

El encerramiento destos Capitanes y el ausencia de D. Alvaro desanimó mucho la gente, viendo que los enemigos podían entrar por las baterías, y dijo el Alférez Serrano, que tenía cargo del artillería á estos Capitanes, que por qué no se iban á la batería con sus soldados. Respondióle Juan Pérez de Vargas que fuese él.

Si salgo solo, se me agua la fiesta. Voy a dar una sorpresa al tío Manolo, y a conocer a las primas, que sólo las he visto cuando eran unas mocosas.... Si ahora me desanimo, no vuelvo a animarme en diez años. Ya he mandado a Primitivo que ensille la yegua y ponga el aparejo a la borrica.

Maravillas cantó sus ansias civilizadoras y sus «convicciones positivistas», en demostración de sus grandes deseos de complacer a la Escribana; pero a renglón seguido expuso las dificultades viles y mecánicas que había para realizarlos: una de ellas el desánimo de sus colaboradores para dar el dinero que se necesitaba.

Una noche tempestuosa su buque naufragó en el mar de Coral, junto a la costa australiana, y de los veinte hombres que componían la tripulación, sólo él y el viejo Van-Horn pudieron salvarse en un madero. No se desanimó por aquella desgracia, aunque fué para él un desastre.

A ratos injuriaba con dura frase a la justicia humana, exaltándose, para caer después prontamente en el desánimo y derramar abundantes lágrimas. Su sueño era entonces breve, erizado de pesadillas, como un camino incierto y tortuoso, lleno de obstáculos. Unas veces se le aparecía Riquín, ladeando con gracia la enorme cabeza bonita, fusil al hombro, marchando al paso de soldado.