Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de mayo de 2025


Viéndole tan conmovido, D. Benito, el Mayor, no quiso hablar una palabra más sobre el asunto misterioso; sin tirarle de las orejas ni andarse con cuchufletas, le despidió muy serio, con rostro compungido como acompañándole en una desgracia tan respetable cuanto desconocida para él; y después de conducirle hasta el primer tramo de la escalera, se volvió a su despacho.

Después, mi tío Celso, el alma y el centro de todo cuanto le rodeaba, con su energía indomable, sus cuchufletas singularísimas, su atención siempre fija en el modo de hacerme, ya que no divertida, llevadera la vida en su casa, y los cuidados a que me obligaban el parentesco y la gratitud para velar por él con especial esmero durante el tiempo de las humedades y de los grandes fríos, en el cual, según dictamen del médico, corría su vida los mayores peligros, por la índole de la enfermedad que padecía.

La neófita miraba por la ventanilla, atraída vagamente y sin interés su atención por la gente que pasaba. Creeríase que miraba hacia fuera por no mirar hacia dentro; Maximiliano se la comía con los ojos, mientras el presbítero procuraba en vano animar la conversación con algunas cuchufletas bien poco ingeniosas. Llegaron por fin al convento.

Desde allí dirigía la palabra a otros señores de más edad, abonados en el palco de enfrente: se decían cuchufletas, se burlaban de la tiple o del bajo, y se tiraban caramelos y saetas de papel. Por cierto que el público de las butacas, ajeno todavía a estos refinamientos de la civilización, solía hacerles callar bárbaramente con un enérgico chicheo.

Cerca de media hora estuvo abrumando a los Faraones y sus súbditos con tales cuchufletas. «¿Dónde tenían la cabeza aquellos hombres que adoraban tales inmundicias?».

Reían hasta desternillarse las cuchufletas del Kladderadatsch, esas burdas chacotas berlinesas tan pesadas como el famoso martillo-pilón de la fábrica de Krupp, de cincuenta mil kilogramos. No dudando nadie acerca de la próxima entrada de los prusianos, cada cual preparábase a recibirlos bien. Las cervecerías almacenaban gran número de salchichas y de cochinillos de leche.

Casi no se le veían más que los ojos, y como estos eran tan bonitos, muchos se le ponían al lado y le pedían permiso para acompañarla, diciéndole mil cuchufletas. Recordó entonces otros tiempos infelices, y la idea de tener que volver a ellos le produjo dolor muy vivo, despejándole la cabeza de las quimeras que se le habían metido en ella.

Me tiene en poco, lo mismo que Chandos, y empieza á convertirme en blanco de sus pullas y cuchufletas. ¿Sabéis la que me lanzó anoche después del torneo? Alababa uno de mis amigos la fuerza de mi brazo y el príncipe tuvo á bien decir que por fuerte que fuera el brazo nunca lo sería tanto como el espinazo de mi caballo. Gracia ésta que fué recibida con gran risa por todos los presentes.

No lo había visto todavía, pero podía jurarse por lo que la «resquemaba», aunque no la impedía los movimientos, gracias a Dios. Venían provistas de labor para hacer más entretenidas las horas sobrantes alrededor del brasero. Mi tío las recibió con cuatro cuchufletas y algunos lamentos. Aunque vivo todavía, se daba por muerto ya.

Déjate de cuchufletas, y atente a lo que te importa. El gastar más de lo que se tiene, obliga a malvender lo que queda..., y algo más que no se recobra con nada. Yo no tengo derecho para aconsejarte que te pongas a ración, porque de lo tuyo gastas; pero para recomendarte que no te dejes robar de usureros y de cómplices suyos, que quizás comen de tu pan. Esto se consigue siempre que se quiere.

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando