United States or Egypt ? Vote for the TOP Country of the Week !


Para suplir la intermitencia de los bramidos de la chimenea, la campana del vapor tintineaba incesantemente, movida por un grumete. Este repiqueteo, semejante a un toque de misa, excitaba aún más la nerviosidad de las señoras. Criticaban muchos al capitán porque seguía adelante, exponiéndolos a un choque con otro buque o a encallar en los bajos del río.

Le criticaban su trato con las gentes ricas y el apartamiento de los que habían sido sus primeros entusiastas. Para evitar esta animosidad, Gallardo valíase de todos los medios, halagando al populacho con ese servilismo sin escrúpulos de los que necesitan vivir del aplauso público. Había llamado a los cofrades más influyentes de la Macarena para manifestarles que iría en la procesión.

Es el hombre del día decía con aire agresivo a los que criticaban las nuevas costumbres de Gallardo . No va con granujas ni se mete en tabernas, como otros matadores. ¿Y qué hay con eso? Es el torero de la aristocracia, porque quiere y puede... Lo demás son envidias.

Algunas mamás barbudas hasta criticaban al gobierno porque no disponía que las tropas de la guarnición nadasen en otro lugar más solitario de la costa. Los grupos de hombres, pudorosos y tímidos, huyeron hacia la ciudad con tanto apresuramiento, que detrás de sus pasos temblaban como banderas fugitivas los extremos de velos y túnicas.

Las juntas en que se dilucidaban diversas cuestiones literarias, ó se leían obras poéticas, ó se analizaban y criticaban, se celebraban de ordinario en la casa del presidente, ó, por su orden, en las de los individuos más caracterizados. Actividad poética de esta época. El culteranismo. Poesía lírica, prosa novelesca, libros de caballería, poesía épica. Originalidad de las letras españolas.

Todos esperaban de un momento á otro la noticia de la entrada del kaiser en la capital. Hombres graves que no habían hecho nada en toda su vida criticaban los defectos y descuidos de la República.

Más abajo, el mar limpio, el mar inmenso, la mancha azul no más grande que la palma de la mano, pero cruzada por las líneas negras de los grados, que representaban días y días. ¡Faltaban tantos para que cada uno llegase a su destino!... Y dominados por la preocupación de la velocidad, criticaban la marcha del buque, acusando a la Compañía de avaricia en el gasto de carbón, disputando el número de millas que debía correr, haciendo apuestas sobre la singladura del día siguiente.