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Actualizado: 22 de julio de 2025
Aunque nada tenía de poeta, era a aquel balcón donde el conde iba a menudo a soñar con su amiga. En el recogimiento de la hora crepuscular, que confunde el paisaje en tintas imprecisas y dulces tan en armonía con las impresiones melancólicas, Raúl evocaba el recuerdo turbador de sus místicos esponsales, como ella en su estrecha oficina.
El estado general que en los niños se confunde muy fácilmente con el que caracteriza á otras enfermedades, presenta síntomas que diferencian al mercurio del borax. En este, hay ardor y sequedad en la boca, que sangra fácilmente; en el mercurio, aftas confluentes y salivacion.
Prescindiendo de los esfuerzos que por algunos instantes hace el filósofo para descubrir la base de los humanos conocimientos, es fácil de notar que él mismo se confunde luego con el comun de los hombres. Esas cavilaciones no dejan rastro en su espíritu en lo tocante á la certeza de todo aquello de que está cierta la humanidad.
El juicioso plantea la cuestion de un modo que le parece muy natural y sencillo, el caviloso la mira de una manera diferente; diríase que son dos hombres de los cuales el uno padece una especie de estrabismo intelectual que desconcierta y confunde al que ve y mira bien. Este defecto intelectual suelo nacer de una causa moral.
Veo aun la luz del crepúsculo iluminando fantásticamente el ensangrentado cadáver: el silencio que reina en torno suyo me turba y me confunde. ¡Bandidos miserables! ¡raza inicua de hombres corrompidos á quienes no espanta verter la sangre humana para satisfacer vuestros deseos! ¿cómo no temblais ante vuestra propia obra?
Pero aquella vez la solemnidad del caso exaltó tanto su magín, que se le vinieron a la bocalos conceptos en la forma propia de su escuela literaria. «He aquí que el hombre vacila y se confunde ante el gran problema. ¿Qué es el bien? ¿Qué es el mal? Hijo mío, abre tus oídos a la verdad y tus ojos a la luz. El bien es amar a nuestros semejantes.
No pocos críticos acusan a Tofail de panteísta; pero yo me atrevo a sostener, si bien con la timidez que mis escasos conocimientos me infunden, que Tofail está exento de panteísmo. La persistente realidad de cuantos seres hay en el mundo queda a salvo con su doctrina. Dios lo penetra todo, pero no se confunde con nada.
Hay sus razones para sospechar que Montalván confunde aquí varias cosas; á lo menos su narración no concuerda con las indicaciones que se hacen en las obras de Lope, alusivas á este período de su historia. Si intentamos coordinar las últimas, resultará que, después de haber roto Lope sus relaciones con Dorotea, consagró su amor á otra beldad.
Entonces se convierte el lago en alud terrible; mezclada el agua con piedras, témpanos y todos los restos arrancados á la orilla, se precipita rabiosamente en el valle inferior; arranca los puentes, destruye los molinos, arrasa las habitaciones, desarraiga los árboles de las pendientes bajas, y revolviendo hasta las praderas, como lo haría la reja de un arado inmenso, las arrolla al pasar y las confunde con el caos de tal diluvio.
El descrédito de su casa, la vergüenza y el azoramiento en que desde entonces vivían, y por último, la falta del auxilio pecuniario que D. Carlos les daba, precipitaron de tal modo su decadencia, que bien pronto se vieron en aquel término lastimoso en que la estrechez se confunde con la miseria.
Palabra del Dia
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