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Actualizado: 28 de junio de 2025
Dondequiera veia las gentes trabajando: los hombres como carreteros y en otras duras faenas; las mujeres conduciendo el arado, desyerbando ó aporcando las sementeras de hortalizas; los chicos cuidando de algunos pequeños rebaños; las buenas viejas hilando bajo el umbral de sus casitas ó en el fondo de un jardín.
Los indios las emplean, por su resistencia y poco peso, para hacer las parihuelas en que transportan a hombros todo aquello que no puede ser conducido por una mula, como pianos, espejos, maquinarias, muebles, etc. Vamos encontrando a cada paso caravanas de indios portadores, conduciendo el eterno piano. Rara es la casa de Bogotá, que no lo tiene, aun las más humildes.
Las líneas de ferrocarriles se cruzan, enlazan y complican en todas direcciones; los trenes se multiplican, conduciendo viajeros á millares y en incesante movimiento; los cambios de perspectiva son infinitos, ofreciendo los mas variados cuadros.
Miranda caminaba a paso desaforado, arrastrando mejor que conduciendo del brazo a su mujer; y casi estaban ya a la puerta del chalet. A la afrentosa invectiva, Lucía, descolorida y echando fuego por los ojos, se soltó violentamente, y quedó parada en mitad del camino.
Marchar á pié á la última morada conduciendo un sér amado, y ofreciendo su dolor al público indiferente en tan solemne trance, es una terrible lucha que necesariamente ha de producir, ó una muerte al alma, ó una indiferencia glacial: no hay medio.
La pequeña flota iba como refuerzo de otra mucho mayor y más poderosa, que tres meses antes había salido del Tajo, conduciendo a don Duarte de Meneses.
Cuando un conflicto ha pasado, cuando una ventaja se ha obtenido, entonces parten los chasques al interior conduciendo cargas de Gacetas, partes y boletines, con una carta al amigo, al compañero y gobernador, anunciándole que los salvajes unitarios han sido derrotados, que la Divina Providencia vela por la conservación de la República.
El Gobernador general de la India se resolvió al cabo á vengar y á remediar lo que hubiera debido impedir, y partió de Calcuta á Madrás con muchos soldados europeos y cipayos, y grandes aprestos de guerra. En aquella ocasión D. Fadrique tuvo el gusto de ganar bastantes rupias, sirviendo una buena causa y conduciendo á Madrás en su navío, con la autorización debida, tropas, víveres y municiones.
Por la tarde se llevaron las cruces otra vez al campo santo en solemne procesion de todo el clero, religiones y cofradías, llevándolas sacerdotes con capas pluviales carmesíes, y conduciendo los prebendados y capellanes de la iglesia, debajo de un palio que llevaban los veinticuatros, la cruz grande del obispo Mardones.
Nos mantuvimos en dicho mèdano, de donde se despachó al alferez D. Gerónimo Gonzalez con 18 hombres en busca de ganado para la subsistencia de dicha armada: cuya partida llegó á las cuatro de la tarde, conduciendo 80 cabezas y algunos toros.
Palabra del Dia
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