United States or Germany ? Vote for the TOP Country of the Week !


Yo no si poseía el castellano, pero si así era, como supongo, no escribiría tan mal la hermosa lengua de Guillén de Castro, de Lope de Vega y de Ruiz de Alarcón. Sin duda, caballeros, que un espíritu chocarrero se está burlando de todos nosotros. Y dijo, y tomó el sombrero, y se retiró, sin que nadie pudiera detenerle. Mucho se habló en Villaverde del incidente.

Amén de estos goces culinarios, aficionose a los teatrillos del género chocarrero que tanto abundan en París: divirtiéronle las canciones picarescas, las muecas del payaso, la música retozona y los trajes ligeros y casi paradisíacos de aquellas bienaventuradas ninfas que se disfrazaban de cacerolas, de violines o de muñecos.

Estaban en ella cuatro rufianes, y el atambor era uno que había sido corchete, y gran chocarrero, como lo suelen ser los más atambores.

Como el embajador se fué a sentar a la mesa, él hizo lo mesmo, llegando una silla se puso a un lado; yo iba por la vianda, y veo que otros dos gerifaltes como él entraban por el corredor, y como lo vieron comiendo, dijo el uno al otro: "¡Voto a tal!, que parece que el pecado nos ata los pies, que siempre este chocarrero nos gana por la mano; que su padre no se hartó de calzarme borceguíes en Córdoba, donde tiene su ejecutoria en el techo de la iglesia mayor; ésta es la desventura nuestra, que si pasamos veinte caballeros a Italia, vienen cien infames cual éste a quererse igualar, haciéndose de los godos; como entienden que no los conocen, piensan que engomándose el bigote y arrojando cuatro plumas han alcanzado la nobleza y valentía, siendo unos infames gallinas, pues no pelean plumas ni bigotes, sino corazones y hombres; vámonos, que yo le haré que desocupe nuestros cuarteles y busque rancho."

En el tiempo había aquel día un monstruoso pliegue: las cuatro de la tarde. Isidora empezó a arreglarse desde muy temprano. ¿Cómo iría? No era conveniente presentarse a su abuela con apariencias de notorio bienestar. Todo prurito de llamativa elegancia en su honrada pobreza le parecía chocarrero y de mal gusto.

No me señaló plaza ni oficio, generalmente le servía, y generalmente me pagaba, porque o él me lo daba o en su presencia yo me lo tomaba en buen donaire; y, hablando claro, yo era su gracioso, aunque otros me llamaban truhán, chocarrero.

¿Por qué huías, hombre? -preguntó Sancho. A lo que el mozo respondió: -Señor, por escusar de responder a las muchas preguntas que las justicias hacen. ¿Qué oficio tienes? -Tejedor. ¿Y qué tejes? -Hierros de lanzas, con licencia buena de vuestra merced. ¿Graciosico me sois? ¿De chocarrero os picáis? ¡Está bien! Y ¿adónde íbades ahora? -Señor, a tomar el aire.