Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de mayo de 2025
El mancebo le escuchó sorbiendo sus palabras como precioso jugo de sabiduría. Habían llegado, entretanto, a la plazuela de la Catedral. El templo levantaba su mole religiosa y guerrera en la calma cerúlea del anochecer. Un último reflejo dorado se apagaba en sus almenas. El aire traía un tufillo de sartenes.
Entre ambas alturas el llano entenebrecido; el cielo dividido en dos fajas horizontales y paralelas: la superior cerúlea y transparente; la inferior teñida de color de violeta.
La caída de la tarde animando con reflejos de ópalo las aguas obscuras del Gran Canal, una góndola pasando junto a la suya en dirección contraria, y en ella unos ojos azules, imperiosos, brillantes, unos ojos de esos que no pueden confundirse, que son ventanas tras cuyos vidrios fulgura el fuego divino del escogido, del semidiós y que parecieron envolverla en un relámpago de luz cerúlea.
Ciertas montañas que se yerguen en el seno del mar azul de los vientos alíseos están casi siempre rodeadas, hacia la mitad de su altura, de una faja de niebla que oculta casi siempre al viajero, que llegó á la cima, la vista de la llanura cerúlea; pero alrededor de la cima cuyas cercanías recorro, las nieblas suben y bajan, cambian, se disuelven al azar, sin que sus fenómenos sean constantes.
Orión fulguraba espléndido; Sirio brillaba apacible como una lágrima de oro; Aldebarán ardía purpúreo; la cerúlea Capella parpadeaba melancólica, y allá por el Sud, joya sin par de las regiones australes, resplandecía Canopo con irradiaciones azules, blancas y rojas.
Y yo le dije: «Tu terror es vano, sigamos esa luz trémula y pura, que nos bañen sus rayos cristalinos, sus rayos sibilinos que ya auguran e irradian la belleza y la esperanza. Mira: la senda de los cielos busca; sigamos sin temor sus limpios rayos que ellos a playa llevarán segura, sigamos esa luz limpia y tranquila a través de la bóveda cerúlea.
Palabra del Dia
Otros Mirando