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Si con el silencio me responden, me acogeré al derecho que me da la ley, pues estoy resuelta a todo, menos a renunciar a un enlace en el cual fundo toda la felicidad de mi vida. »Comprendo la magnitud del dolor que a ustedes causará la forma violenta de mi inquebrantable resolución, y le lloro con el alma, porque es muy grande el amor que les profesa su desgraciada hija,

En la plaza de la Bolsa hemos hallado dos jóvenes de veinte ó veinticinco años, que saltaban en una cuerda, juego que en Andalucía se llama de la soga. Lo mismo hacia en la calle Feydeau una mujer que tenia varios hijos. En la calle de Richelieu, una mujer se ataba las enaguas blancas, adoptando apenas reserva alguna, sin que esto causara maravilla á los transeuntes.

Acometióle una negra melancolía, y no fué ni á la ópera á la moda, ni á las demas diversiones del carnaval, ni hubo dama que le causara la mas leve tentacion.

Me salió bien la cuenta. Al amparo de la ficción, detrás de mi broquel de niña candorosa, mis malicias de mujer precoz escudriñaban todo el campo de batalla y conocían hasta las intenciones del enemigo, sin que el tiroteo de su obligado tributo de lisonjas y de galanterías me causara el más leve daño con las que de ellas eran necias o impertinentes.

»Señora: Los oficiales y los alumnos embarcados a bordo de la Náyade cumplimos un penoso deber al unir nuestro pesar al dolor bien legítimo que le causará la pérdida del comandante Chermidy.

Mi madre, que me amamantaba a la sazón, fue depositada sola en la casa de mi abuelo, bajo la salvaguardia de algunos soldados del ejército revolucionario. ¡Y aún causará asombro el que aquellos en quienes data la vida de estos siniestros días, hayan aportado con su conocimiento cierto sabor de tristeza y cierta impresión melancólica al genio francés!

Veamos, pues, si la adquisición de tan pequeña cantidad de interés merece ser castigada con afrentas y martirizada con galeras; y así, otra vez digo que el señor alcalde se remire en esto, no se arroje y precipite apasionadamente a hacer lo que, después de hecho, quizá le causara pesadumbre.

María Teresa, que se había repuesto, lo interrumpió para decir, serena y fría: ¡Excúsese usted, querida amiga! pero no presto al señor Martholl; lo guardo por toda la noche, y sin duda, por mayor tiempo aún. Me alegro mucho de que, gracias a su falta de tacto, usted sea una de las primeras en saber una cosa que le causará placer, indudablemente: el señor Martholl y yo somos novios...

Mi amo lloró como hombre, después de haber cumplido con su deber como marino; mas reponiéndose de aquel abatimiento, y buscando alguna razón con que devolver al inglés la pesadumbre que este le causara, dijo: «Pero ustedes no habrán sufrido menos que nosotros. Nuestros enemigos habrán tenido pérdidas de consideración.

Entonces, no sabiendo nuestra verdadera historia, inventaron una a su antojo. El primero contó que yo había mendigado en las calles de New-York, y el segundo, al día siguiente, para publicar algo que causara más sensación, me hizo atravesar circunferencias de papel en un circo de Filadelfia. Tenéis en Francia unos diarios muy originales; verdad es que en América no lo son menos.