Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 6 de junio de 2025


¿Sabeis porqué un malvado de gran talento compromete, por decirlo así, la reputacion de los demas, prestando ocasion á que de algunos casos particulares se saquen deducciones generales?

Así como la extension del espacio no habria menester de otra extension, del mismo modo la extension de los cuerpos no necesitará el espacio: no hay ninguna diferencia entre los dos casos; luego la necesidad de un lugar para toda extension, es una cosa imaginaria que la razon contradice.

La comedia que había dado de ver conmigo mi amiga Tintay estaba dividida en diez infolios, conteniendo cada uno de ellos unos 8 á 9.000 versos, formando quintillas y redondillas en su mayoría. Cada parte correspondía á una noche, de modo que la comedia había de durar diez, á no ser que se repitiese pues se dan casos y entonces la obra se empalma y se estira un mes.

El blanco, al que con esto dirigen la mira, es a pasmar y atolondrar a los burgueses, mostrándose en vida, costumbres y hábitos, muy apartados de lo usual, muy inauditos y tan fuera del camino trillado, hasta en los casos y accidentes más ordinarios y repetidos, que vienen a aparecer, no como seres humanos, sino como monstruos o criaturas de distinta y superior especie.

Las anteriores palabras, en la generalidad de los casos despiertan la indignación; pero juramos á nuestros lectores que en el tono y la forma en que lo dijo la india, solo originan la gratitud. Es de advertir que aquella no tenía amores con mi amigo, y solo había tenido ocasión de prestarle aquel algunos pequeños favores.

Hable usted con mi señora, si le parece bien. La prostituta echó hácia atrás con la velocidad de una carretilla. Yo conté á mi mujer lo sucedido, y mi compañera se sonrió de la manera como una mujer suele sonreirse en tales casos. Paris es la ciudad del coquetismo y de los efectos dramáticos.

Se hablaba de un desesperado que se había quitado la vida, y los más condenaban al suicida; pero ella había expresado un sentimiento de que los creyentes no son capaces: no era cierto, decía, que la renuncia a la existencia acarreara una condena inevitable: no era cierto que la fe condenase en todos los casos la muerte voluntaria.

Terrible es el matador hombre; pero el matador niño, ¿qué nombre merece?... Dicen que este tiene trece años. ¡Qué país! ¡Pero qué país! En Málaga son frecuentes estos casos. Y en Madrid lo van siendo también. ¡Y nos ocupamos de escuelas! ¡Presidios es lo que hace falta! Escuelas penitenciarias, o cárceles escolares... Es mi tema».

¿Conque usted es la señora del señor de Maltrana? repitió otra vez, no sabiendo qué decir . Vaya, vaya... Que Dios la bendiga y la muchos hijos, para que la acompañen en el ciclo... Tiene usted cara de buena; el señor de Maltrana también es bueno, aunque algo olvidado de la salud del alma. Usted le guiará por el buen camino: las señoras, para estos casos, saben más que nosotros.

A partir de entonces, Cristeta recobró aparentemente la tranquilidad de espíritu, sobre todo en el teatro y en presencia de gentes extrañas; hasta se dejó cortejar; pero con frecuencia se quedaba ensimismada, sujeta al imperio de una idea, como persona que medita y fragua un plan calculando todos los casos, incidentes y peripecias que en su desarrollo pueden sobrevenir.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando