Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 4 de mayo de 2025
De tarde en tarde sonaban cañonazos. La escolta del convoy tiraba y tiraba, yendo de un lado á otro con ágiles evoluciones. El enemigo había huído, como los lobos ante el aullar de los perros vigilantes. En otras ocasiones era una falsa alarma, y los cañones herían con sus latigazos de acero el agua desierta.
El combate ha durado desde las siete de la mañana hasta las cuatro de la tarde con igual ardor por ambas partes, pero al fin han sido rechazados los franceses. Las pérdidas han sido casi iguales entre ambas partes; el número de muertos y heridos dicen que asciende a cuatro mil hombres. No hemos estado un momento sin oír cañonazos ni ver pasar heridos. ¡Qué horrorosa jornada!
Las escotillas están cerradas, es cuestión de unos cuantos cañonazos, y habremos purgado la costa del más grande bandido que jamás haya infestado la costa.
Sería asunto de algunos cañonazos bien dirigidos." Pero el Estado francés no presta sus cañones á los particulares, aunque sea para bombardearse en familia, y Clementina tuvo que resignarse á ver la casa maldita que se levantaba á lo lejos, punto blanco en el horizonte verdoso de los bosques.
¡Jesús!, ¡Jesús! ¡No abran ustedes el balcón, que se nos va á meter aquí alguna bomba! ¿No oyen ustedes los cañonazos? ¡Jesús, que disparos tan fuertes! Señora, usted está soñando con los cañonazos. No te alarmes, Artemisa, Electra.... ¡Cierren ese balcón! Los cuatro jóvenes eran muy curiosos para contentarse con mirar desde el balcón.
Los de tierra no podían darnos auxilio; pero Dios quiso que oyera los cañonazos de alarma una balandra que se había hecho a la mar desde Chipiona, y se nos acercó por la proa, manteniéndose a buena distancia. Desde que avistamos su gran vela mayor vimos segura nuestra salvación, y el comandante del Rayo dio las órdenes para que el trasbordo se verificara sin atropello en tan peligrosos momentos.
¡Maestro, balas! ¡pronto, balas! ¡Balas! ¡santo Dios, qué cañonazos! si vais tan de prisa durante un cuarto de hora, las gargantas de nuestros cañones se secarán pronto. Tomad, hijos míos, y cuidadlas bien, son las últimas. Entonces el señor Durand abandonó el saco de artillero para tomar el martillo del calafate, y se precipitó hacia la bodega para tapar la vía de agua.
¿Pues de dónde sales tú, embajadorcillo?... ¿No has visto los partes?... Hoy por la mañana se ha largado Amadeo a Lisboa, diciendo: «Ahí queda eso.» Y a estas horas Figuerillas y el lorito de don Emilio estarán barriendo las calles de Madrid a cañonazos para instalar decentemente la República... Te desbancaron, chico, te desbancaron...
Este lo separa ó lo derriba todo; aborda, llega hasta la llanura de hielos, pero por eso no se siente embarazado. «El banco hízose pedazos en un minuto en una extensión de algunas millas. Crujió, atronó, como si hubiesen sido disparados cien cañonazos; parecía aquello un terremoto. La montaña vino á nuestro encuentro, y el mar vióse cubierto, entre ella y nosotros, de sus despojos.
Amotinada en el Callao a los gritos de ¡Viva el rey y muera su mal gobierno! la tripulación de los navíos Septentrión y Astuto, por retardo en el pagamento de sueldos, el virrey enarboló en un torreón la bandera de justicia, asegurándola con siete cañonazos.
Palabra del Dia
Otros Mirando