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Actualizado: 26 de octubre de 2025


Ahora bien, ¿podia el Estado no prestar su brazo al mahometismo, siendo este el que le habia formado? ¿Y podia por otra parte el cristianismo no protestar de contínuo contra la ley funesta del Koran, sancionando con su aquiescencia el retroceso del estado normal al estado de imperfeccion? ¿Habia de contemplar la España cristiana con rostro sereno y ojo enjuto la ruina de todas las grandes conquistas del evangelio; destruida la familia con la vergonzosa concesion de la poligamia y del divorcio; desmentida la divina regeneracion del hombre por la asquerosa lepra de la servidumbre, que el Redentor habia lavado con su propia sangre; desfigurada la santa nocion de la justicia por transigir con la venganza, y restablecida la monstruosa pena del talion por deferencia al espíritu material y grosero del pueblo sarraceno?

Y acometido a su vez del fuego de la inspiración, halló en las profundidades de su espíritu un rasgo feliz que a él mismo le dejó sorprendido. Basta que haya pocas personas si éstas nos agradan. La vecina hizo un signo de aquiescencia bajando modestamente los hermosos ojos.

Uno de los principales martirios de mi vida, el mayor quizás, es la vana aquiescencia con que se doblegan ante todas las personas que trato. No si consistirá en mi posición o en mis grandes riquezas; pero es lo cierto que en donde quiera que me presento, no hallo sino personas que me enfadan con sus degradantes cumplidos.

Mariana se complacía mucho en oir leer. De modo que, por este lado, marchaba bien el matrimonio. Léelo, hombre.... Creo que a Pepe y Ramón no les molestará dijo aquélla. Castro hizo un leve signo de aquiescencia, Ramoncito se apresuró a manifestar con ademanes extremosos que tendrían un gran placer ... que él era muy aficionado a los bellos capítulos, etc. ¡Pocas gracias!

Los jóvenes no responden, y Martín toma su silencio por una aquiescencia. Bueno, vamos. Se levanta. Gertrudis se despereza con semblante aburrido, mira a Juan con vacilación; después dice meneando la cabeza. No tengo ganas. ¿Qué es eso? exclama Martín completamente atónito. ¿Desde cuándo no tienes ganas de bailar? ¿Todavía estáis reñidos, eh? Juan se ríe levemente, y Gertrudis vuelve la cabeza.

Palabra del Dia

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