Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 26 de mayo de 2025
Velázquez atajó la disputa llevándose á Frasquito. Todos se despidieron del capitán afectuosamente y de nuevo bajaron la escala, acomodándose como mejor pudieron en las dos lanchas que los habían traído. Una vez en ellas, como el día continuase sereno y el mar sosegado, á uno de ellos se le ocurrió acompañar á la corbeta algún trecho. Se aceptó con regocijo la idea.
El salón estaba ya mediado de señoras. Levanté un portier cautelosamente, y vi sentadas en las primeras filas a las de Anguita. Isabel y las de Enríquez estaban un poco más allá. Dejé que se llenase por completo, para que mi aparición hiciese más efecto. Poco a poco, los concurrentes habían ido desapareciendo de los corredores y acomodándose en las sillas del salón, detrás de las señoras.
Doña Laura había abierto la ventana que daba a un denegrido patio, por donde subía el vaho infecto de una cuadra de caballos de lujo instalada en el fondo de él; y acomodándose en un sólido sillón que, como señora gruesa, tenía para su exclusivo uso, se quedó dormida.
El actual Gobernador, no acomodándose á lo que su antecesor practicó en desempeño de su cargo, funda su instancia para la destruccion del fuerte antedicho, no solo en sus recelos y desconfianza de los indios, sino tambien que estos continuan en su idolatria y vicio de poligamia, igualmente que en los pocos ó ningunos progresos que ha hecho la mision allí establecida.
Las recortadas nubes oscuras hacían figuras extrañas, acomodándose al pensamiento o a la melancolía de los que las miraban, y cuando en las calles y en las casas era ya de noche, permanecía en aquella parte del cielo la claridad blanda, cola del día fugitivo, la cual lentamente también se iba.
Apeáronse de sus bestias amo y mozo, y, acomodándose a los troncos de los árboles, Sancho, que había merendado aquel día, se dejó entrar de rondón por las puertas del sueño; pero don Quijote, a quien desvelaban sus imaginaciones mucho más que la hambre, no podía pegar sus ojos; antes iba y venía con el pensamiento por mil géneros de lugares.
Las diversas rimas que usa Calderón en ésta ó aquella comedia, y en una ú otra escena, se ajustan á las visicitudes aisladas del drama, acomodándose á sus distintas inflexiones ó interrupciones de tal modo, que, si tratándose de los poetas anteriores no aparece siempre la razón de emplear en ciertos casos la octava ó la lira, la redondilla ó el romance, en las obras de Calderón, al contrario, jamás ocurren estas dudas.
En medio de Madrid surgía, como un esfuerzo de la Naturaleza que a muchos parecería aberración del arte de la forma, la Venus flamenca. Don José estaba medio lelo, y si fuera poeta no dejara de cantar en sáficos la novísima encarnación de la huéspeda de Gnido y Pafos. Salieron gozosos, acomodándose en una carretela que alquiló Isidora..., y a vivir. Llegaron a la pradera.
Caparrosa se descolgó por fin de la reja con sus boletines, y junto con él, mi tía y yo comenzamos a forcejear para abrirnos paso a través de la multitud. Al cabo de unos minutos salía mi tía bañada en sudor de aquel combate; y acomodándose la gorra sobre los bandeau, entraba triunfante en lo de Bringas con un boletín en la mano. ¡Triunfo completo; aquí está, véalo, léalo usted!
Palabra del Dia
Otros Mirando