United States or Greenland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Caramuel, Primus Calamus, tomo II, pág. 690. Pellicer, tomo I, pág. 216. No se vaya á creer que las palabras de esta corte indican que el autor tiene con ella relaciones íntimas, porque la corte, en general, significa sólo la residencia del Monarca.

Grana el P. Lucas Caballero la voluntad de los indios Jurucarés; son reducidos á la santa fe II 37 Genio, usos y costumbres de los indios Chiriguanás I 26 Guerras entre los indios Carerás y los Morotocos II 153 Guerras entre los indios Guaraníes y Guanoás II 129 Guerras entre los indios Quiriquepodes y Cucutades II 248 Guían los indios Guarayos á los Misioneros en el viaje al río Paraguay I 216

Ultimamente, con esto se haria V. E. inmortal, sacando á la capital de su vireinato del estado vergonzoso en que se halla, reducida por pocos bárbaros despreciables á límites tan estrechos, que en un dia se puede salir fuera, y son los mismos que tomó Garay, su fundador, cuando solo constaba de 60 hombres, 216 años .

Muerte de los PP. Solinas y Ruiz á mano de los indios Mocovíes y Tobas II 216 Muerte del hermano Alberto Romero á mano de los indios Zamucos II 185 Muerte del P. Superior Francisco Hervás II 249 Muerte del P. Arce á manos de un indio Payaguá llamado Cotaga II 115 Muerte del P. Zea II 172 Muerte del P. Joseph Tolú II 201 Muerte del P. Blende á manos de los Payaguás II 112

por la madera que se furtó de la barrera de los toros con alguna que se tomó para adobar la puerta do estaban los toros etc. 216. por seis toros que se lidiaron a la puerta del alcaçar 3000. fecha del libramiento 22 noviembre de 1423».

A Catanauan seguía en nuestro itinerario Mulanay, adonde puede llegarse en tres ó cuatro horas, utilizando una regular brisa ó seis fuertes remeros. Este pueblecito, con su visita de Bondo, lo forman 2.076 almas, de las que tributan 1.216 en 13 cabecerías. Los dilatadísimos campos que se encuentran entre Mulanay y Bondo son susceptibles de mantener muchos miles de reses.

215 Por fin en una topada en el cuchillo lo alcé, y como un saco de güesos contra un cerco lo largué. 216 Tiró unas cuantas patadas y ya cantó pal carnero: nunca me puedo olvidar de la agonía de aquel negro. 217 En esto la negra vino con los ojos como ají y empezó la pobre allí a bramar como una loba.

Respecto á estos metros, y á las ocasiones en que se empleaban más particularmente, expusimos nuestra opinión, que puede consultarse en las páginas 213 y 216 del tomo II de esta obra, y, sin embargo, conviene conocer más detenidamente el sistema seguido por nuestro poeta, en cuanto se separa del observado hasta él.

Cristóbal de Mesa, Rimas: 1611, fols. 187 y 216. Artieda, Discursos y epigramas, fol. 87. Villegas, Eróticas, epíst. 7.ª Figueroa, El pasajero: Madrid, 1607, fols. 103 y 108.