United States or Rwanda ? Vote for the TOP Country of the Week !


Veamos las ventajas dije fríamente, dirigiéndome a Máximo. Hay que saber ante todo si Gastón de Givors no la disgusta a usted. No lo conozco. Dispense usted, Elena, pero debe conocerlo, porque ha venido aquí varias veces y hasta han hablado ustedes. Es posible, pero no he reparado en él. Viene aquí mucha gente y el señor de Givors se ha perdido en la multitud.

Someto a usted el deseo de un amigo y afirmo que no nada de él que no sea honroso... Pero ¿quién se ha de atrever a garantizar la perfecta armonía de las naturalezas, de los caracteres, de las almas?... Tiene usted miedo por él, ¿verdad? Nuestras miradas se cruzaron y creí leer en el fondo de la suya menos desprecio que pena. ¿Qué respondo a Givors? dijo por fin.

¿Pensaría usted acaso rehusar? dijo un poco conmovido. Mi padre no me dejó responder. Espera un poco, hija mía. Mi deber me obliga a insistir en la demanda del señor de Givors, que merece gran consideración... Si así no fuera, Máximo no se hubiera encargado de esta misión... que tan mal temple, dicho sea de paso... Pero piensa que había para ti en esa misión grandes probabilidades de dicha...

Mi padre empezó entonces la enumeración de las cualidades del señor de Givors, de sus ventajas de familia, de su posición y sus esperanzas. Yo lo escuché dócilmente, pero sin disimular mi indiferencia. Mi padre lo echó de ver y me dijo: No parece que te interesa gran cosa lo que te estoy contando... Se trata de ti, sin embargo... Di lo que piensas.

Máximo dijo a su vez: Mi pobre amigo Givors, enamorado de usted, se pone a sus pies, en mi persona, para solicitar una respuesta favorable... ¿Qué debo decirle? Empiece usted por felicitarlo por la elección de su embajador respondí con una amargura que me era imposible contener. Si me decido a ese matrimonio, será ciertamente por la intervención de usted, Máximo...

Un muchacho bien educado, inteligente, de conducta irreprochable... Máximo, que lo conoce bien... No pude contener una exclamación y observé a Máximo, que me estaba mirando con expresión provocadora. continuó mi padre, Máximo ha consentido en encargarse de presentar la demanda de su compañero de colegio, Gastón de Givors, y de hacer valer sus ventajas, que no son de desdeñar.