United States or Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


las exageraciones liberticidas de la demagogia roja y de la demagogia blanca como si las estuviera mirando pintadas en la pared de enfrente; el ex-subsecretario de Gobernación, Zalamero, leía clarito en el porvenir el nombre del Rey Alfonso, y el concejal decía que el alfonsismo estaba aún en la nebulosa de lo desconocido.

Los que no supieron defender a su madre cuando la echamos, señores... Y ahora... Si quiere D. Basilio, pasaremos revista a todos los personajes del alfonsismo. Vamos, vengan ratas. Don Basilio, por su gusto, se habría metido debajo de la mesa. No hacía más que morder el palillo y gruñir como un mastín que no se decide a ladrar ni quiere tampoco callarse.

«El alfonsismo es un crimen» afirmó con la mayor suficiencia Leopoldo Montes, que no se paraba en barras para expresar una opinión. Pero un crimen de lesa nación agregó Rubín . Es lo que yo le decía anoche a Relimpio, que también se va cayendo de ese lado. ¡En estos momentos, cuando no se sabe lo que saldrá de la guerra...! Pues qué, si D. Carlos no fuera un necio, ¿no estaría ya en Madrid?

Divididas las opiniones, el capellán del cuarto montado votaba por el Príncipe; pero el cura Rubín y otros dos que allí había bufaban sólo de oír hablar del alfonsismo. D. Basilio, inclinándose de aquel lado, apoyado en el codo, les revelaba secretos con muchísima reserva. Ya no faltaba más que dar algunos perfiles a la cosa. Todo dispuesto, y el primerito que estaba en el ajo era Serrano.