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Actualizado: 18 de mayo de 2025
No me acuerdo de vuestros ofrecimientos ni de haberlos interpretado mal dijo el squire, cuyos recuerdos consistían en ciertas impresiones vivas que los detalles no habían modificado ; lo que yo sé es que en cierta época pareció que pensabais en casaros, y yo no traté de cerraros el camino como algunos padres lo habrían hecho.
Iba Altisidora a proseguir en quejarse de don Quijote, cuando le dijo don Quijote: -Muchas veces os he dicho, señora, que a mí me pesa de que hayáis colocado en mí vuestros pensamientos, pues de los míos antes pueden ser agradecidos que remediados; yo nací para ser de Dulcinea del Toboso, y los hados, si los hubiera, me dedicaron para ella; y pensar que otra alguna hermosura ha de ocupar el lugar que en mi alma tiene es pensar lo imposible.
5 que dicen: Estate en tu lugar, no te llegues a mí, que soy más santo que tú. 6 He aquí, que escrito está delante de mí; no callaré, antes daré, y pagaré en su seno. 7 Por vuestras iniquidades, y las iniquidades de vuestros padres juntamente, dice el SE
Tomar posiciones en aquella altura y vender caras nuestras vidas, ó salvarlas si nos llegan refuerzos. La más alta de aquellas colinas, de difícil subida por todos lados y con una planicie bastante extensa en la cumbre, nos ofrece una admirable fortaleza natural. Dad, Fenton, la orden de marcha sin perder momento. Conservad, señores, vuestros caballos, pero que abandonen los suyos los soldados.
10 Pero si el Cristo está en vosotros, el cuerpo a la verdad es muerto a causa del pecado; mas el espíritu vive a causa de la justicia. 11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó a Jesús el Cristo de los muertos, vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
Te ruego me oigas, poderoso hijo de SATURNO, que conmueves el Olimpo al fruncir tu ceño terrible, y vosotros, prudentes y venerandos dioses que presidís y gobernáis á los hombres, no toméis á mal mis palabras, siempre sometidas á la voluntad del donante. Si por acaso mis razones carecen á vuestros ojos de peso, dignáos rebatirlas y pesarlas en la balanza de la justicia. Hay en la antigua HESPERIA, más allá de los Pirineos, un hombre cuya fama ha atravesado ya el espacio que separa al mundo de los mortales del Olimpo, ligera cual rápida centella. De ignorado y oscuro que era, pasó á ser juguete de la envidia y ruines pasiones, abrumado por la desgracia, triste destino de los grandes genios. No parece otra cosa sino que el mundo, extrayendo del TÁRTARO todos los padecimientos y torturas, los ha acumulado sobre su infeliz persona. Más á pesar de tantos sufrimientos é injusticias no ha querido devolver á sus semejantes todo el dolor que de ellos recibiera, sino por piadoso y demasiado grande para vengarse, trató de corregirles y educarles, dando á luz su obra inmortal, el DON QUIJOTE. Hablo, pues, de CERVANTES, de ese hijo de la ESPA
A lo que decís que os hacen otras vejaciones, procurad que vuestros hijos entren en oficios de república para que sujetándoles os podais vengar de ellos. Y no salgais de esta órden que os damos, porque por esperiencia vereis que de abatidos vendreis á ser tenidos en algo. Usuff, principe de los judíos de Constantinopla.» =La misma respuesta en otro estilo.=
Entonces Yégof, levantando el dedo hacia el cielo, exclamaba: ¡Oh mujeres! ¡Oh mujeres!... ¡Acordaos!... ¡Acordaos!... La hora se acerca... El espíritu de las tinieblas huye... ¡La antigua raza..., los señores de vuestros señores avanzan como las olas del mar!
He dicho de nuestra prima, porque hasta cierto punto vuestros parientes son mis parientes. ¿Os habéis propuesto mortificarme? No quisiera. Pero volvamos á nuestra conspiración. ¿Quién es el confesor de nuestra prima? Esperad; no sé por qué se me ocurrió preguntar eso mismo á la tornera, y me dijo que un fraile grave de San Francisco... fray José de la Visitación.
Vuestros padres, titanes todos fueron, Que desplegando al viento sus banderas Contra un poder gigante combatieron, Y encima de las altas cordilleras Lanzaron sobre el leon de las Españas Del pueblo irresistible las montañas.
Palabra del Dia
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