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Actualizado: 21 de septiembre de 2025
El caballo es una parte integrante del argentino de los campos; es para él lo que la corbata para los que viven en el seno de las sociedades.
Para esclarecer los oscuros conceptos del poeta hay en Londres diversas sociedades y cenáculos que discuten incesantemente lo que quiso decir en tal o cual pasaje de sus obras. Ignoro si los exégetas de Londres habrán logrado averiguar cuál es el diablo aderezador que impide algunas veces el que sea la mujer un manjar de los dioses.
En la presente edición se conservan los primeros 14, con su título de conjunto y se agregan los trabajos similares: Las ideas capitales de la civilización en el momento que pasa, Instituciones libres, Evolución intelectual de las sociedades y El diablo en América. Agustín Álvarez.
Durante los cuatro años que en esa República permaneció, fue Director de La Revista Universal, la cual se escribía a veces desde el fondo hasta las gacetillas; conferencista en el Liceo Hidalgo y en otras Sociedades; autor dramático en los principales teatros. Los trabajadores de Chihuahua lo nombraron Diputado al Congreso de Obreros y el Gobierno lo colmó de atenciones a cada instante.
Abrid la historia de las pasadas sociedades; leed al filósofo crítico más reverendo, y le veréis mientras se jacta de haber dado ensanche al patrimonio ruin de la inteligencia que heredó de sus mayores, lamentarse de los locos extravíos de la de sus hijos. Y cuando á los nuestros entreguemos mañana el imperio del mundo, palparemos más evidente esta verdad.
El obrero industrial, habituado á sufrir en otras partes la tiranía de las sociedades anónimas, monstruos acéfalos de la industria, irritábase á cada momento contra el gran patrono de reciente formación.
Por sus efectos morales, intelectuales y económicos sobre las sociedades, todas son desastrosas en diferente medida, según la historia y la estadística, que los creyentes no pueden entender, y que los estadistas deben tomar en cuenta, si realmente les interesa el porvenir de su país. "Una religión es una causa de debilidad para un país", ha dicho el marqués Ito.
Y es que, cuando se ha llegado a la cima de las sociedades humanas, deben parecer las amenazas de los pigmeos más curiosas que ofensivas. Venturita salió, con este motivo, de su letargo sombrío. Habíase realizado uno de los sueños que más acariciaba. Tomó parte en la alegría y triunfo de su padre, y empezó a dejarse ver algunos días en la villa, siempre en carruaje, por supuesto.
Lo que hice fué reconocer mi error en cálculos de cronología, para los cuales no había contado yo con la feroz y desgreñada revolución de Francia. En vista de esta revolución, el bien relativo, el estado de libertad y de adelantamiento para las sociedades, que yo fantaseaba como inmediato, se hundió hacia adentro, en los abismos del porvenir, lo menos dos ó tres siglos.
Cuéntase un hecho que pinta muy bien la maravillosa asistencia que prestaba la divinidad al poder eclesiástico en aquella época en que la autoridad espiritual era la primera necesidad de las sociedades: y no queremos pasarlo en silencio.
Palabra del Dia
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