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Actualizado: 7 de noviembre de 2025


Isagani, que había olvidado todos sus pesimismos y solo veía en todas partes rosas sin espinas, respondía: Dentro de muy poco, todas las islas van á estar cruzadas de redes de hierro, Por donde rápidas Y voladoras Locomotoras Corriendo irán como dijo uno; entonces los rincones más hermosos del archipiélago estarán abiertos á todos... Entonces, pero ¿cuándo? Cuando sea una vieja...

Nunca fue Rosas tan lejos como él en su amor y en su entusiasmo por América y en su aborrecimiento de los europeos. Allá a su manera, no sabré decir si de su propio caletre, o de oídas, o por lecturas de algunos libros, Pedro Lobo había sacado o construido una singular filosofía de la historia.

Una medida administrativa que influía sobre toda la nación vino a servir de ensayo y manifestación de esta fusión unitaria y dependencia absoluta de Rosas.

Dos años después había muerto López de Santa Fe de enfermedad natural, si bien el médico mandado por Rosas para asistirlo recibió más tarde una casa de la Municipalidad, por recompensa de sus servicios al Gobierno.

Al moro de África se le ve, por su casa de piedra bordada, que conoció a los hebreos, y vivió en bosques de palmeras, defendiéndose de sus enemigos desde la torre, viendo en el jardín a la gacela entre las rosas, y en la arena de la orilla los caprichos de espuma de la mar. El negro del Sudán, con su casa blanca de techo rodeado de campanillas, parece moro.

Cuatro son las ciudades que han sido aniquiladas ya por el dominio de los caudillos que sostienen hoy a Rosas, a saber: Santa Fe, Santiago del Estero, San Luis y La Rioja.

En esta galería nadie trabajará ni nadie pasará hasta que yo abra otra chimenea, y tardaré lo menos quince días. ¡Figúrate si hay tiempo para que se pudra ese cuerpecito amasado con rosas y leche!

El sentimiento de la autoridad está en todos los corazones, al mismo tiempo que la necesidad de contener la arbitrariedad de los poderes, la ha inculcado hondamente Rosas con sus atrocidades. Ahora no nos queda que hacer sino lo que él no ha hecho, y reparar lo que él ha destruído.

Había visitado la pequeña ciudad de provincia en cuyo colegio había pasado su adolescencia, y después había ido a Brianza, el país de las rosas, donde había transcurrido parte de su juventud, donde estaban sepultados los suyos.

Pero el sistema de no dar cuartel, seguido por Rosas con tanto tesón, y de violar todas las formas recibidas, pactos, tratados, capitulaciones, es efecto de causas que no dependen del carácter personal de los caudillos.

Palabra del Dia

vengado

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