Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 16 de julio de 2025


A su respetabilidad de hombre de partido le repugnaba entrar en aquella barbería empapelada con láminas de El Motín y presidida por el retrato de y Margall. ¿Cómo justificaría su presencia allí, donde jamás había entrado? ¿Cómo explicar a Cupido su interés por aquella mujer, sin exponerse a que en la misma noche lo supiera toda la ciudad?

Aquel comercio infame la dolía más que la repugnaba; en su vida de teatro, en la que entró ya seducida, enamorada del vicio, no había tenido ocasión de adquirir nociones de dignidad ni de amor puro; aquella mezcla del amor y el interés le parecía sólo producto de su oficio; que la hermosura tenía que ser el complemento del arte para ganar la vida, lo admitía, sobre todo desde que ella misma estuvo convencida de que jamás llegaría a ser prima donna assolutissima en los grandes teatros.

Tanto repugnaba esto a Pepe, dadas sus ideas, que no le era posible atribuir a su hermano tamaña obcecación, suponiendo que, si únicamente el celo le impulsara, debía moderarlo con afectos más terrenales, pero no menos puros. Su entendimiento rechazaba la posibilidad de que existiera hombre capaz de apenar a sus padres por dar lustre a la religión.

A decir verdad, a pesar de todo mi patriotismo y de mi amistad hacia el Padre García, me repugnaba permanecer en España. Dicen algunos autores que las mujeres como yo suelen tener nostalgia del fango. No qué quieren decir con esto; pero si es lo que yo entiendo, declaro que no he tenido jamás semejante nostalgia.

Yo no quise, ni pude decir esto al Conde, y esto hubiera sido menester decirle, aunque atenuado con rodeos y primores de estilo. Por no decirle esto, porque me repugnaba decírselo, y porque le amaba, me he rendido sin condiciones, le he abandonado mi alma y mi vida.

Gracias, replicó Rosalía con desabrimiento, ya gastadas las fuerzas. Levantose para retirarse. Aquella mujer le repugnaba tanto y hería de tal modo su orgullo con lo ordinario de aquellas expresiones y la ruindad de aquellos pensamientos, que no quiso humillarse más. Refugio la detuvo por el brazo, diciéndole en una carcajada: «¿De veras no quiere usted tomar café con nosotras?

Le repugnaba ir á reunirse con aquella mujer y al mismo tiempo se sentía arrastrado por su curiosidad. Presintió que si se alejaba sin hablarla quedaría para siempre en una incertidumbre torturante, lamentando el resto de su existencia no haberse enterado de si Elena vivía aún ó estaba muerta.

Pez le instaba para que aceptase, seguro de que se luciría y de que la provincia a quien le cayese un gobernador tan honrado y respetable, habría de saltar de gozo. Pero a él le repugnaba lo espinoso del cargo, y no quería abandonar su tranquilidad y aquel vivir oscuro en que era tan feliz.

La leche les repugnaba, ahítos de su abundancia. Los pastores viejos sentían sublevarse su probidad cuando algún zagal ayudaba a la muerte de una bestia con el deseo de comer carne. ¿Dónde encontrar gente más buena y resignada?... Al oír Zarandilla estas reflexiones de Rafael, las apoyaba con entusiasmo.

Doña Manuela, que sin atreverse a proferir una sola palabra se había interpuesto entre ambos, miró entonces a Pepe como no le había mirado nunca, y con un vigor de que jamás dio señales en su vida, le dijo: ¡Basta! La expresión que adquirió su rostro desconcertó a Pepe: le repugnaba creer que su madre hiciera causa común con Tirso. Pero, mamá, ¿sabes lo que acaba de hacer?

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando