Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 23 de mayo de 2025


Nuestros gastos habían subido considerablemente; hubo que pagar a una criada, y fué preciso comprar no qué medicinas muy caras que recetó Sarmiento, y vino de suprema clase para la enferma. Andrés, generoso como siempre, acudió en mi auxilio. No te aflijas, me decía, el tenducho da para mucho. ¡Toma! Y puso en mis manos un rollo de pesos.

Y lo voy a hacer, , lo hago y me cuelgo si no me miras y me dices algo... Cojita graciosa, enanita remonona, mira, oye: si quieres que te quiera más que a mi vida y te obedezca como un perro, hazme un favor que voy a pedirte; tráeme nada más que una lagrimita de aquella gloria divina que tienes, de aquello que te recetó el médico para tu mal de barriga... Anda, ángel, mira que te lo pido con toda mi alma, porque esta penita que tengo aquí no se me quiere quitar, y parece que me voy a morir.

841 A la viuda, en cuanto pude, un trapo le manotié; busqué la ruda y al pie, puesto en cruz, hice mi rezo; pero, amigos, ni por eso de mis males me curé. 842 Me recetó otra ocasión que comiera abrojo chico; el remedio no me esplico, mas, por desechar el mal, al ñudo en un abrojal a ensangrentarme el hocico.

Y dirigiéndose a la joven: Vaya, niña: una tacita de de hojas de naranjo, con unas gotas de éter. La enferma parecía no poner atención a los dichos del médico, y me miraba dolorosamente, como si quisiera decirme. «¡Ya lo ves! ¡No creo en nada de estoRecetó Sarmiento unas cucharadas y una pomada. Le acompañé hasta el zaguán. Doctor; dígame la verdad.... ¿Cómo ve usted a mi tía?

Palabra del Dia

commiserit

Otros Mirando