United States or Burundi ? Vote for the TOP Country of the Week !


Parecía fuerte, con una salud campesina capaz de afrontar las mayores rudezas, pero las privaciones habían amojamado su cuerpo y daban a su paso cierta irregularidad, como si las piernas sólo pudiesen avanzar a costa de nerviosos temblores. Gesticulaba y hablaba solo, sin hacer caso de la extrañeza de las gentes.

Desde Chile, nosotros nada podemos dar a los que perseveran en la lucha bajo todos los rigores de las privaciones, y con la cuchilla exterminadora, que, como la espada de Damocles, pende a todas horas sobre sus cabezas. ¡Nada!, excepto ideas, excepto consuelos, excepto estímulos; arma ninguna nos es dado llevar a los combatientes, si no es la que la Prensa libre de Chile suministra a todos los hombres libres. ¡La Prensa!, ¡la Prensa!

Al entrar en el antiguo caserón, rejuvenecido y transformado, experimentaba idéntica impresión de bienestar y poder. El viejo mueble donde su madre guardaba el dinero estaba en el mismo sitio; pero ya no ocultaba cantidades amasadas lentamente a costa de sacrificios y privaciones para alzar hipotecas y suprimir acreedores.

En estos largos viajes el proletario argentino adquiere el hábito de vivir lejos de la sociedad y de luchar individualmente con la naturaleza, endurecido en las privaciones, y sin contar con otros recursos que su capacidad y maña personal para precaverse de todos los riesgos que le cercan de continuo.

El día era magnífico; pero no, no saldrían: primero monjas que el mundo se enterase de su decadencia, de sus privaciones tan hábilmente ocultadas. Pero las tres no podían resignarse a pasar un día dentro de casa. Además, por los balcones entraba el sol y soplaba un aire cargado de perfume irritante del verano.

Sin ninguna instrucción, sin necesitarla tampoco, sin medios de subsistencia como sin necesidades, es feliz en medio de su pobreza y de sus privaciones, que no son tales para el que nunca conoció mayores goces, ni extendió más altos sus deseos; de manera que si esta disolución de la sociedad radica hondamente la barbarie por la imposibilidad y la inutilidad de la educación moral e intelectual, no deja, por otra parte, de tener sus atractivos.

La conciencia sabía sacar, no se sabe de dónde, mil sofisterías con que justificar todo plenamente. «Bastantes privaciones he tenido... ¿Pues acaso no merezco yo otra posición?... Se tendrá que acostumbrar a verme un poco más emancipada... Y al fin y al cabo, yo miro por el decoro de la familia...».

Levantábase Lázaro a la hora del alba, oía una misa, tomaba chocolate, y ayudaba en algo a su anciano tío. No tenía otra cosa que hacer hasta la comida, que se hacía siempre a la una, con puntualidad cronométrica. Lázaro se quedó ensimismado y pensativo en más de una ocasión, reflexionando lo distintas que eran las privaciones que imaginó sufrir y la regalada vida que le daban.

Acepte usted, pues, señor duque, y no desprecie a la fortuna. ¡Cómo! yo le traigo a usted en mis manos la salud para la señora duquesa, el bienestar para usted y un fin dulce y tranquilo para la pobre niña que se extingue entre privaciones de todas clases; levanto su casa que se derrumba entre el polvo; le doy un nieto ya criado, un niño magnífico que podrá unir su nombre de usted al de su padre, y todo eso, ¿a qué precio?

Morales y Jaramillo debían tal vez sus apellidos y la poca sangre europea que corría por sus venas á dos conquistadores españoles llegados al país siglos antes; pero en realidad eran dos mestizos guaraníes, pequeños, ágiles, débiles de miembros aparentemente, y con una resistencia asombrosa para la fatiga y las privaciones.