Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 28 de mayo de 2025
Cuando la escultura tenía un Fidias y había llegado a la cumbre, la pintura no pasaba de ese carácter casi rudimentario que aún puede apreciarse en Pompeya y la música era un balbuceo infantil. La escritura no podía perpetuar la música; eran tantos los «modos», musicales como los pueblos, y casi toda ella quedaba al arbitrio del ejecutante.
Charito hablaba con su madre y Lucía Moreno sobre una rifa de caridad, proyectada y organizada por ella para contribuir a las obras de un pabellón en el asilo taller de Nueva Pompeya. Adriana y Julio alcanzaban a oír, con intermitencias, la animada charla. De pronto Charito enmudeció.
Talvez otro, inclinado á las investigaciones arqueológicas y eruditas, ó á las especulaciones de la filosofía, se recreaba con la vista imaginaria de algun ladrillo descubierto en las ruinas de Pompeya, ó descifraba un jeroglífico, ó anotaba uno de esos libros preciosos llamados incunables, ó meditaba en los grandes problemas sobre el sér objetivo y los misterios de la Creacion.
Empezó a oír en su interior, repetida como un estribillo, la dulce frase murmurada por Julio, pocos días antes, junto a la iglesia de Nueva Pompeya: "Si a usted la pierdo, viviré sin vivir". Pero esta frase no llegaba todavía a conmoverla.
Esto se lo pedía, pues, con un especial interés. Adriana escuchaba. Comienza por avisarle, intervino Lucía Moreno, que también Adriana irá. No, a mí me ve todos los días, pero debe ir por la religión y por el encanto de Nueva Pompeya. Su iglesia se ve desde el tren como una miniatura. ¡Qué alegría, Julio! ¡Si usted supiera lo que me trae a la memoria!
En la calle de las Termas volvió á visitar la casa del poeta trágico; luego admiró la de Pansa, la más grande y lujosa de la ciudad. Este Pansa había sido, indudablemente, el burgués más ostentoso de Pompeya. Su vivienda ocupaba toda una ínsula. El xystos, jardín adosado á la casa, había sido replantado con una vegetación griega de cipreses y laureles entre cuadros de rosas y violetas.
Era Adriana que sollozaba. Iba a inaugurarse la nueva sección del Asilo de Nueva Pompeya. Charito pidió a Julio que asistiera a la ceremonia y procurase llevar también algunos amigos. ¿No era lamentable que los jóvenes inteligentes demostraran, en su mayoría, ese despego ahora tan general para las cosas del culto y hasta el mal gusto, a veces, de hacer ironías con la religión?
Una mañana tomó el tren, y luego de faldear la montaña humeante del Vesubio, pasando entre pueblos de color de rosa circundados de viñas, bajó en una estación: Pompeya. De los hoteles y restoranes, en fúnebre soledad, surgieron los guías como un enjambre de avispas súbitamente despertadas. Se lamentaban de la guerra, que había cortado la circulación de viajeros.
La desventura de Medina, como las de Pompeya y Herculano, tiene fecha determinada. ¡Tal día de tal año amaneció rica y poderosa, y á la noche era un montón de ruinas! Pero mientras nosotros pensábamos en esto, el tren había dejado ya atrás á Medina del Campo, y corría por más alegres horizontes..... Hagamos nosotros lo mismo. De Medina á Salamanca hay 77 kilómetros.
Allí la Baniana romana descubre la veneranda toga de sus ediles y duunviros en un panteon subterráneo donde se hallaron en nuestros dias urnas cinerarias pertenecientes á la familia Pompeya. Allí ostenta la arquitectura cristiana de los siglos medios sus esbeltas curvas ojivales en las iglesias de Sta.
Palabra del Dia
Otros Mirando