Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 19 de junio de 2025
El manuscrito volvía a comenzar después, con otra tinta y hasta con letra algo modificada: »Hoy partimos. Hace seis meses que no escribo. ¡Cuántas cosas en este tiempo! No importa que nada haya escrito en estas páginas: todo está aquí, en la memoria, en el corazón. Luis ha llorado, papá trataba de mostrarse fuerte, pero no lograba contener su emoción.
29 Entonces dijo Moisés a Hobab, hijo de Ragüel madianita, su suegro: Nosotros partimos para el lugar del cual el SE
En aquel mismo instante brilló á nuestros ojos, no ya la luz refleja, sino el mismo disco del sol..... Eran las seis. Partimos. El tren giró hacia el Oeste, no bien salió de entre agujas, y colóse inmediatamente en Medina del Campo, cuyas últimas casas lindan con la Estación.
Y ansí nos partimos alegres con el buen trueque y con haber negociado bien. En todo no vio nadie lo susodicho sino yo, porque me subía par del altar para ver si había quedado algo en las ampollas, para ponello en cobro, como otras veces yo lo tenía de costumbre. Y como allí me vio, púsose el dedo en la boca haciéndome señal que callase.
En lo cual se procedió sin motivo justo, porque Osorio era bueno, íntegro, fuerte soldado, oficioso, liberal y muy querido de sus compañeros. Del Rio de la Plata ó Paraná; el puerto de San Gabriel y los Charrúas. De aquí partimos á buscar el Rio de la Plata , y llegamos á otro rio dulce, que llaman Paraná-guazú: está lejos este de la boca en que cae al mar, y tiene 42 leguas de ancho.
No solamente no se hizo esto, ni aun nos acordamos de dar aviso nunca de lo que hacíamos ni dónde estábamos, porque desde los 10 de hebrero que partimos de Malta hasta de mediado de abril, no supieron allí ni en Sicilia de nosotros. Con este descuido teníamos á todos con pena, temiendo no fuésemos perdidos por los malos tiempos que habían corrido los meses pasados.
Allí rezamos un Credo, postrados todos de hinojos; eché algunos cuartos en el cepillo del santuario, volví á montar sobre el macho, y con un «buen viaje» de todos y una mirada de mi señor padre que hizo brotar las lágrimas de mis ojos, partimos mis dos amigos y yo para Salamanca, adonde llegamos sanos y salvos, después de mil divertidos episodios, que tal vez le cuente en otra ocasión, á los diez y nueve días, ocho horas y catorce minutos.
Aun cuando yo fuese muy joven para comprender claramente aquellas cosas, mi padre me las hizo comprender como mejor pudo, y partimos después de breves preparativos, que a él le parecieron demasiado largos.
Tornó una fragata, que había venido al pasar de Malta la armada, á tratar rescates de unos sobrinos del Maestre en cambio de otros turcos que la Religión tenía. A los 21 de agosto partimos de Agusta, y diciendo que habían de ir á la Fosa de San Juan á rescatar, la armada pasó á vista de Catania y aquella noche llegó á Cabo de Espartivento.
En conclusión, para que todos sean artistas en Lucban diré á ustedes que mi querido amigo Fr. Samuel Mena, su cura párroco, es entre otras cosas buenas, un excelente músico, y vean mis lectores cómo rodando rodando, hemos vuelto adonde partimos.
Palabra del Dia
Otros Mirando