Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 23 de junio de 2025
8 Vivo yo, dijo el Señor DIOS, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser comidas de toda bestia del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas; 9 por tanto, oh pastores, oíd palabra del SE
Verán ustedes la lucha del oso de los Pirineos con los perros que saltan sobre él y acaban por sujetarle. Este es el león del desierto cuyos rugidos espantan al más bravo de los cazadores. Sólo su voz pone espanto en el corazón más valiente... ¡Oid!
Pues hablemos. Pero no á obscuras. Quevedo abrió su linterna. Gracias, mi buen caballero dijo la de Lemos ; ahora sentáos y escuchadme. Siéntome y escucho. Oíd. Doña Catalina y Quevedo, inclinados el uno hacia el otro, empezaron á hablar en voz baja.
He ahí el motivo de mi predilección por la dulce poesía de Fallon; nadie como él, hasta ahora, me ha hecho leer con mayor claridad dentro de mí mismo, dando forma y vida a las ideas y sensaciones confusas que en otro tiempo, en los días de entusiasmo, la luna serena hacía brotar en mi alma... Oíd, quiero citar algunas estrofas.
Oíd: iréis á buscar al alcalde de casa y corte más duro, más valiente, más á propósito para no dejarse engañar por Quevedo. Ruy Pérez Sarmiento, es que ni pintado. Bien: diréis á ese señor... le mandaréis que sin perder un momento, suelte por Madrid cuantas rondas de alguaciles pueda en busca de don Francisco. Todos le conocen.
13 Por eso les habló por parábolas; porque viendo no ven, y oyendo no oyen, ni entienden. 14 De manera que se cumple en ellos la profecía de Isaías, que dice: De oído oiréis, y no entenderéis; y viendo veréis, y no miraréis. 16 Mas bienaventurados vuestros ojos, porque ven; y vuestros oídos, porque oyen. 18 Oíd, pues, vosotros la parábola del que siembra:
Anduvo, pues, el triste y afligido Mendieta, algunos dias de esta suerte, Confuso, sin favor, aborrecido, Y aun temeroso mucho de la muerte. En esto su proceso concluido, Echáronle en prision segura y fuerte, Con fin de despacharle preso á España: Y oid de aqueste hecho una maraña.
Oíd, pues: oíd, y ved á cuánto os obliga mi confianza. Vuestra majestad no puede obligar más, á quien está tan obligada, señor. No importa, oíd. Y el rey se puso á leer: «Sacra católica majestad: Los traidores que os rodean...» Dejó el rey de leer, levantó los ojos y miró á la duquesa, que estaba verdaderamente asustada. ¡Los traidores que me rodean! dijo el rey ¿qué decís á esto?
7 Y dijo Saúl a sus criados que estaban en derredor de él: Oíd ahora, hijos de Jemini: ¿Os dará también a todos vosotros el hijo de Isaí tierras y viñas, y os hará a todos vosotros capitanes de mil y de cien; 10 el cual consultó por él al SE
25 Y si dijereis: No es derecho el camino del Señor, oíd ahora, Casa de Israel: ¿No es derecho mi camino? ¿No son vuestros caminos torcidos? 26 Apartándose el justo de su justicia, y haciendo iniquidad, él morirá en ello; por su iniquidad que hizo, morirá. 27 Y apartándose el impío de su impiedad que hizo, y haciendo juicio y justicia, hará vivir su alma.
Palabra del Dia
Otros Mirando