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Actualizado: 4 de julio de 2025
Hubo tambien en el mismo sitio una justa de quince telas, que el Príncipe y Duque dispusieron para honrar la fiesta de su madre. De una tela á otra habia diez pasos: la una, como dice Alvar Garcia, era baldía, en la que miraban los caballeros; y la otra servia para justar, siendo ocho las en que se verificaba este egercicio.
Caminamos hasta llegar á los indios Paresis, semejantes, en lengua y otras cosas, á los Xarayes, y anduvimos continuamente ocho dias, de dia y de noche, con la agua hasta las rodillas, y á veces hasta la cintura, sin poder salir de ella.
Y la niña se va, se va despacio por el aire, que parece de luz todo: se va como una nube. Hoy el padre no trabajó mucho, porque tuvo que ir a una tienda: ¿a qué iría el padre a una tienda?: y dicen que por la puerta de atrás entró una caja grande: ¿qué vendrá en la caja?: ¡a saber lo que vendrá!: mañana hace ocho años que nació Piedad.
Allá se fue Germán cuando no contaba aún diez y ocho años. ¡Cuántas horas transcurridas en la soledad y en el silencio! Nadie con quien hablar y reír a la edad precisamente en que más lo exige el hombre si Dios le ha dotado de un temperamento abierto y sociable. Su tío era de carácter adusto y los trabajadores tan rudos que no era posible conversar con ellos de nada placentero.
28 Y Omri durmió con sus padres, y fue sepultado en Samaria; y reinó en lugar suyo Acab, su hijo. 29 Y comenzó a reinar Acab hijo de Omri sobre Israel el año treinta y ocho de Asa rey de Judá. 30 Y reinó Acab hijo de Omri sobre Israel en Samaria veintidós años. Y Acab hijo de Omri hizo lo malo a los ojos del SE
Fué este año infausto para la monarquía por el levantamiento y guerra de Cataluña; la iglesia de Córdoba resolvió implorar la clemencia divina poniendo por medianeros á sus santos mártires, y sus reliquias fueron llevadas con procesion general á la catedral, donde se les hizo fiesta ocho días seguidos, desde el 23 de febrero hasta el 3 de marzo.
Añadiéronse á la mezquita propiamente dicha, esto es, al cuerpo cubierto del edificio, ocho naves grandes, todas iguales y del mismo número de arcos que las ya existentes, prolongándose de resultas ciento ochenta piés las treinta y tres naves menores que se cruzan en ángulo recto con las principales corriendo de oriente á ocaso.
Que la hubiese roto en cuatro pedazos, pase; en ocho, aún podía tolerarse; pero que la rasgase en y diez y seis, en treinta y dos, en sesenta y cuatro, que la redujese a imperceptibles trozos, era ya refinamiento, y convertirla en un puñado de átomos, era dar muestra de insigne perversidad.
Cuando Febrer llegó al pueblo se dirigió rectamente a la iglesia. Lo formaban seis u ocho casas con la alcaldía, la escuela y la taberna en torno del templo.
Cerca de año y medio hacía ya que vivía cerca de ella y por primera vez aquella noche la miré como se mira cuando se desea ver. Magdalena era encantadora, mucho más encantadora que no se decía, muy diferente de como yo la había considerado hasta aquel momento. Además tenía diez y ocho años.
Palabra del Dia
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