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Además de la guerra material y sangrienta, ha tomado en nuestros días más auge que nunca otra guerra que trae a la humanidad infinitos bienes, y que la lleva en volandas, no ya por el camino real del progreso, sino por una trocha o atajo.

La ciudad de Agaña está clasificada como plaza fuerte, originándose con esto gastos de personal y material que podrían reducirse, sin quitar á aquella población las prerrogativas de corresponder á los saludos que las escasísimas banderas extranjeras pudieran hacer al ponerse á la vista de la que ondea en el pequeño fuerte de Agaña .

, el placer era puramente material, pero su intensidad le hacía grandioso, sublime. «Cuando se gozaba tanto, debía de haber derecho a gozar».

Las necesidades de la guerra se hacían sentir desde el primer momento, absorbiendo todos los medios de comunicación. El tren quedaba inmóvil horas enteras para dejar paso á otros trenes cargados de hombres y de material militar. En todas las estaciones había soldados en traje de campaña, banderas, muchedumbres que vitoreaban.

Los alemanes bailan el vals voluptuoso y alegre, o con el bock en la mano entonan el Gaudeamus igitur, el himno estudiantil a la gloria de la vida material, libre de cuidados. El francés canta entre carcajadas espontáneas y danza con los miembros sueltos, saludando con una risotada sus posturas de una fantasía simiesca.

Si algo le salva colectivamente de la vulgaridad, es ese extraordinario alarde de energía que lleva a todas partes y con el que imprime cierto carácter de épica grandeza, aun a las luchas del interés y de la vida material.

Pero hoy que la moral evangélica ha penetrado más profundamente en el seno de la sociedad cristiana, me parece exagerado creer más milagroso el casto desdén del hijo de Jacob que la incombustibilidad material de los tres mancebos de Babilonia. Otro punto toca Vd. en su carta que me anima y lisonjea en extremo.

El Príncipe Alejo, erguido, inmóvil, alta la frente, miraba también fijamente a su inesperado acusador. ¿Cómo puede usted asegurarlo? preguntó aún el juez. Lo . ¿Cuáles son las pruebas que tiene usted? Ninguna prueba material. Todas las certidumbres morales. ¿Quién cree usted que la ha muerto?

Y a más de esto, la amenaza material: el terror de la hoguera inspirando la cobardía y el envilecimiento a los hombres ilustrados.

Salgamos á dar una vuelta por las calles de Madrid. Su movimiento es interesante. El aspecto material de las calles tiene bien poco de importante, porque Madrid por ese lado es una mala copia de Paris. Hoteles y cafés, almacenes y tiendas, casas y coches, todo se parece en su exterior, si es nuevo.